Imagen del nuevo supermercado Lidl, ubicado en la entrada de Sant Antoni.

Un importante empresario del sector de la alimentación de Sant Antoni ha recurrido ante el Juzgado Contencioso Administrativo de Palma las licencias de obras e instalación que el Ayuntamiento de Sant Antoni otorgó a la empresa Lidl Supermercados S.A, para que construyera un complejo comercial en la entrada del núcleo urbano, concretamente en la finca sa Tanca.

Con la presentación de este contencioso, el particular pretende impugnar los permisos municipales que permitieron la construcción de cinco locales de menos de 400 m2, el límite para convertirse en una gran superficie, que agrupados conforman el complejo de 2.000 m2 que abrió sus puertas el pasado de abril.

La magnitud del proyecto ya levantó las quejas de la Asociación de Comerciantes de Sant Antoni, que denunció que se trata de una gran superficie encubierta, extremo que siempre fue negado por el Consistorio. Sin embargo, se trata del primer recurso formal que se presenta contra en este caso. Según ha podido saber este periódico, el demandante considera que las licencias concedidas por el Consistorio son ilegales y que no cumplen ni con la ley autonómica de comercio ni con la normativa municipal.

Establecimiento colectivo

El concejal de Urbanismo, José Torres, explicó ayer que el Ayuntamiento aún no ha recibido el recurso aunque indicó que, cuando llegue, se analizará. «Para nosotros está todo bien», destacó el edil sobre la legalidad de los permisos municipales de obras e instalación y también sobre las cinco licencias de apertura que también entregó el Consistorio al supermercado tras hacer una «revisión del final de obra» y de constatar «que reunía los requisitos para dar las licencias». «Después ellos obtuvieron la licencia autonómica de establecimiento comercial colectivo», agregó el edil, que insistió en que la diferencia entre este complejo y una gran superficie es que se trata de «cinco locales independientes» unidos en un mismo recinto en vez de un solo edificio.

Precisamente, la tardía tramitación del plan general obstaculizaba la instalación de grandes superficies en el municipio. Sin embargo, según explicó Torres, la nueva Ley 2/2012 ahora permite que se puedan otorgar licencias para la instalación de grandes superficies sin que esté aprobado el planeamiento urbanístico municipal.

Por ello, en su momento, con la concesión de los cinco permisos de obra para establecimientos de menos de 400 m2, la empresa no tuvo que pedir autorización al Govern, institución competente en otorgar licencias a grandes establecimientos comerciales. «Si el Lidl se hiciese ahora podrían pedir la licencia de gran superficie, pero como pidió cinco licencias para cinco locales separados, tuvo que solicitar la licencia de establecimiento comercial colectivo», concluyó el concejal.