Un avión de Ryanair utiliza una de las cuatro pasarelas de las que a partir de este momento dispone la terminal ibicenca.

Las obras de ampliación de la terminal del aeropuerto de Eivissa, que empezaron en 2009 y cuyo presupuesto se cifra en 74,6 millones de euros, concluyen este mes con nuevas instalaciones y las ampliaciones en zonas como la recogida de equipajes (que pasa de ocho a diez cintas y dispone de dos más para equipajes especiales), la zona de embarque (que aumenta en 2.500 metros cuadrados y en las que hay cinco nuevas puertas de embarque), en la sala de facturación con 17 nuevos mostradores (tiene 71 en total), la ampliación de la zona comercial, que en la actualidad cuenta con casi 5.000 metros cuadrados de restauración y compras, así como la novedad más destacada: las cuatro pasarelas telescópicas.

«La puesta en explotación se hizo este martes, aunque hicimos una parcial antes. Hay que tener en cuenta que son instalaciones nuevas para todos y poco a poco vamos incrementando su uso», explicó Elena Mayoral, directora del aeropuerto de Eivissa, que manifestó su voluntad de que «se vean los resultados de las obras que se han hecho». Además recalcó que se han cumplido los plazos anunciados.

Con las cuatro pasarelas telescópicas, los pasajeros salen directamente a la terminal, donde encuentran la zona comercial. Para recoger el equipaje se ha habilitado un «núcleo vertical» (ascensor) para acceder a las cintas de equipaje, que, además de haber aumentado en número, presentan como novedad que las maletas y bultos circulan por el interior del edificio y no pasan por fuera.

Con la ampliación, el aeropuerto de Eivissa gana una sala de prensa, una destinada a las autoridades y dos salas independientes. Además, hay un nuevo espacio destinado a los pasajeros procedentes o con destino a países no incluidos en el espacio del Tratado Schengen (requieren unos controles específicos). Destaca, además, el espacio dedicado a los niños con un parque y asientos con televisión. El objetivo de la ampliación de la terminal, según destacó Mayoral, es lograr la comodidad del pasajero y facilitar la operatividad de las compañías. Sobre si existe la posibilidad de una reducción de horario y actividad como ha ocurrido en el aeródromo de Son Bonet (Mallorca) como medida de ahorro, la directora del aeropuerto ibicenco destacó que no se ha planteado para Eivissa, aunque destacó que se está siguiendo una «política de austeridad».