Imagen de una de las casas afectadas por el incendio de Benirràs. | ALBERT PRATS

La última reunión de la comisión de urbanismo del Consell (Ciotupha) autorizó la construcción de dos viviendas en Sant Miquel en zona de riesgo de incendios. Se da la circunstancia de que estas dos casas contaban con sendos informes desfavorables de la Direcció General de Medi Forestal de la Conselleria de Medi Ambient al existir «peligro de incendio forestal», por lo que el Consell había denegado el permiso de construcción para estas casas durante 2010.

En ambos casos los promotores presentaron un plan de autoprotección y Medi Forestal cambió el sentido de su informe para autorizarlas. Según explicó la directora general de Medi Natural del Govern, Neus Lliteras, las medidas que presentaron eran adecuadas para hacer frente a los fuegos forestales.

Retirar vegetación

«Las viviendas que se construyen en zona de riesgo de incendio siempre deben tener este plan», indicó Lliteras, que resaltó que de lo que se trata es de hacer un clareo en la vegetación alrededor de la casa y quitar el sotobosque, además de colocar el butano de forma aislada. «Se vio clarísimo durante el incendio de Benirràs que las casas que tenían este plan de autoprotección no se quemaron, porque realmente funciona», remarcó la directora.

Este tema es polémico porque los ecologistas han criticado en numerosas ocasiones que se permita construir en terrenos con riesgo de incendio. Desde el Govern alegan que no son ellos los que diseñan el planeamiento urbanístico, que corresponde a los ayuntamientos, y se limitan a aplicar la ley de montes estatal. «Los técnicos solo pueden informar positivamente si todo se cumple», dijo Lliteras, cuya opinión es que si se protege la casa no hay ningún problema. «Me gustaría ver dónde viven los ecologistas, yo vivo en Palma, pero en Mallorca los ecologistas viven todos en suelo rústico. Es muy fácil para los otros decir dónde tienen que vivir. Estas cosas me dan un poco de rabia», indicó.