Un grupo de turistas pasea ayer al mediodía por las calles de Dalt Vila. | ANA ISABEL GARRIDO SANCHEZ

Vivien, Shella, Chris y Nyne son cuatro amigos de Malasia que han venido a pasar una semana de vacaciones a Eivissa. Ayer por la mañana consultaban un mapa de Vila sentados en uno de los bancos de Vara de Rey después de visitar la feria de artesanía Sa Tardor. «Hemos venido a la Isla porque sabemos que es una capital mundial de música electrónica. Además sabemos algo de historia, pues sabemos que existe Dalt Vila», explicaron estos amigos. Pero lo que no sabían, igual que muchos otros turistas que paseaban por la ciudad, es que ayer eran los protagonistas. «No sabemos que hoy [por ayer] se celebra el Día del Turista», precisó Nyne, quien afirmó, además, que en la oficina de información turística no le dijeron nada sobre esta celebración cuando fue a pedir un mapa de la ciudad.

Y es que si por algo se caracterizó esta celebración en la Isla es por la sorpresa que se llevaban algunos de los visitantes al conocer que existía un día dedicado a ellos. El británico Angel Chainikom es asiduo al verano ibicenco desde hace seis años y siempre en el mismo mes, en septiembre, razón por la que le sorprendió «mucho» que en todos estos años nunca se haya enterado del Día del Turista. Este británico también explicó que fue a pedir información a una oficina turística sobre el mercado de Las Dalias «y no me han dicho nada de las actividades que hay hoy [por ayer]».

Uno de los atractivos turísticos de la ciudad se encuentra en Dalt Vila, donde cada día se acercan centenares de visitantes a hacer fotos que más tarde pasarán a ser recuerdos. En el casco antiguo de la ciudad, quienes quisieran podían visitar ayer gratis el centro de interpretación Madina Yabisah, la casa Broner, el museo Puget y el MACE, entre otros espacios culturales de la ciudad. Uno de los trabajadores del Museo Puget comentó que, debido al buen tiempo que hizo ayer, la afluencia de turistas había sido escasa a pesar de ser una jornada de puertas abiertas. «Cuando hace mal tiempo, como el miércoles, sí que hay mucha afluencia de visitantes», explicó este profesional.

De camino a la catedral, quienes paseaban por allí aprovechaban para hacer fotos en los lugares más pintorescos. Una vez arriba, en la oficina de información turística de Vila, recogían información sobre la ciudad. «Muchos turistas reciben con agrado la noticia de que hay un día especialmente dedicado a ellos», explicó Reyes, trabajadora de la oficina de información turística de Vila, quien precisó, además, que muchos residentes aprovecharon el día de puertas abiertas para visitar los espacios culturales de la ciudad.