El Consell d’Eivissa no ve bien la posibilidad de que el Govern balear retorne la iglesia de Sant Francesc, donde se iba a ubicar un centro de visitantes del parque natural de ses Salines, al Obispado. Este edificio, que fue remodelado con fondos públicos para poder recibir a los visitantes del parque, no se ha llegado a inaugurar nunca y sus obras han sufrido innumerables retrasos, entre otras cosas por un problema de suministro eléctrico. De hecho, el centro fue impulsado en tiempos del primer gobierno del Pacte, en la legislatura 1999-2003, y aún no se ha podido abrir al público.

La consellera de Educació, Cultura i Patrimoni del Consell d’Eivissa, Pepita Costa, explicó ayer que propusieron al Govern hace ya un tiempo una colaboración entre diferentes instituciones para poder abrir estas instalaciones. El Consell, a través del departamento de Patrimoni, planteó destinar un vigilante durante cuatro meses al centro para poner en marcha rutas culturales. De hecho, se trata del vigilante que actualmente mantiene abierta la torre de sa Sal Rossa y esta torre se incluiría dentro de ese itinerario.

Costa recordó que se trata de un tema que es responsabilidad del Govern balear, pero cree que se podría compartir entre otras instituciones, también con el Ayuntamiento de Sant Josep, para que no resulte tan costoso. La consellera explicó que ya han transmitido a los departamentos de Turisme y de Medi Ambient del Ejecutivo balear su malestar por la no apertura del centro, ya que la intención del Consell es que este espacio se «ponga en valor».

Según recordó la consellera, Sa Nostra ya cedió en su día una exposición sobre los salineros, pero la idea es que los contenidos fueran variando.

«Desde el Consell lo que queremos es que se abra y poder colaborar hasta donde podamos para unificar recursos», explicó Costa, que matizó que aún no han hablado con el Ayuntamiento de Sant Josep sobre esta cuestión.

«Sabemos que la situación es complicada, pero no quedará porque nosotros no lo pidamos», añadió Costa, que aseguró que harán presión para conseguir que se abra.

El grupo ecologista GEN y el grupo PSOE-Pacte han pedido que se abra el centro y que no se retorne al Obispado. De hecho, los progresistas aseguraron que la Unesco, a raíz de la visita de los inspectores en 2009, dejó constancia de la necesidad de abrir cuanto antes este centro como forma de ayudar a difundir los bienes naturales incluidos en la declaración de Patrimonio Mundial.

Desde la Conselleria balear de Medi Ambient indicaron ayer que aún no han decidido nada sobre el centro y su posible devolución al Obispado.

Se instalará un observatorio de aves para personas con movilidad reducida
El Govern balear ha solicitado una concesión administrativa a Costas en la zona de sa Sal Rossa, en el parque natural de ses Salines, para limitar los estanques con postes de madera y cuerda y para habilitar un observatorio de aves adaptado para personas con movilidad reducida.
Se ha solicitado lo mismo para la zona de la mota de sa Llonganissa, también en ses Salines, para ejecutar un proyecto similar, con delimitación disuasoria e instalación de un observatorio cerca de la iglesia de Sant Francesc. Según explicaron desde la Conselleria balear de Medi Ambient, el importe total de los dos proyectos asciende a 70.000 euros financiados por la Obra Social la Caixa a través del convenio firmado con el Govern para la realización de actuaciones en el medio ambiente durante 2012.
Ambas actuaciones estarán a exposición pública en Costas durante 20 días.