El sindicato de Enfermería en Eivissa Satse ha asegurado temer la llegada de una ola frío y que las Urgencias del Hospital de Can Misses vuelvan a colapsarse, tal y como ocurrió en enero de 2012, cuando hasta 18 pacientes tuvieron que esperar durante varias horas para que se les asignara una cama.

Según ha manifestado a Europa Press su portavoz, Carmen Ortiz, este año el invierno «está siendo muy benigno, pero en cuanto el clima se complique, sobretodo los mayores con pluripatologías suelen caer con complicaciones relacionadas con sus propias enfermedades y es cuando los pasillos de Urgencias se colapsan, porque no hay camas suficientes, a pesar de tener la tercera planta del hospital cerrada», ha dicho la portavoz.

Ortiz ha explicado que la tercera planta «se abre y cierra este invierno, según las necesidades y los picos registrados y esperamos que lo sucedido el pasado año no vuelva a pasar nunca más».

La portavoz también ha avanzado que «estamos pendientes de que se consoliden más de 30 plazas de enfermera en el Hospital, aunque seguirán sin cubrirse todas las necesidades existentes, ya que el centro funciona con picos máximos de ocupación y el personal se calcula para una ocupación media y el de Ibiza siempre está colapsado».

Ortiz ha recordado que «en España, en el número de enfermeras por habitante, estamos a la cola de Europa y en Baleares, a la cola de España». En el hospital de Can Misses hay ahora 202 enfermeras.

Por otra parte, la portavoz ha dudado que las obras del nuevo Hospital concluyan a finales de año, tal y como anunció este viernes la consellera de Salud y Bienestar Social, Mercedes Prats.

«Me encantaría que tuviera razón, pero pongo esa afirmación en cuarentena porque no vemos interés por parte de nadie en que se acaben las obras», ha dicho.

Asimismo, se ha referido a las listas de espera presentadas desde el Ib-Salut y así, ha asegurado que es «una vergüenza que, con los recortes, los pacientes tengan que pagar estas consecuencias».

Ortiz también ha sugerido que estas cifras no se ajustan a la realidad porque «las listas son mucho más grandes, ya que cuando un paciente va al hospital, la persona que le da la cita le dice que debe volver en unos meses porque las listas aún no están abiertas y ese tiempo de espera no se ha contabilizado».