El hipódromo de Sant Rafel podría acoger entre julio y agosto dos conciertos organizados por la sala de fiestas DC-10 que podrían ayudar económicamente a la asociación de trote para poder mantener esta actividad en Eivissa. Este hecho, que preocupa a algunos vecinos de la zona, fue confirmado ayer por el conseller de Treball, Comerç, Indústria i Noves Tecnologies, Vicent Roig, quien matizó que en ningún caso se tratará de «fiestas» y que como mucho serán conciertos o jornadas de puertas abiertas en las que la institución cederá el uso para que la asociación del trote pueda obtener ingresos. También aseguró que «no hay nada cerrado» y que es algo que está organizando la asociación de trote para que este deporte, «del que viven muchas familias», pueda subsistir.
«La asociación está intentando organizar actividades. Nadie quiere ser el culpable de que el trote se acabe en Eivissa», indicó el conseller, que dijo que el Consell autorizará los eventos siempre que sean «viables» y «los vecinos lo vean correcto». Recordó que una jornada de carreras puede costar entre 1.500 y 5.000 euros y que hay que intentar buscar soluciones.

Roig indicó que solo un par de vecinos se oponen a esto y aseguró que el Consell no pretende hacer ninguna actividad molesta pese a que ha tenido muchas ofertas que podrían haber ayudado a reducir el enorme déficit que arrastra esta infraestructura.

Algunos vecinos relataron que el miércoles tuvieron una reunión en la que participaron caballistas y el propio conseller en la que se habló de conciertos y en la que no se descartó que en los mismos pudiera participar «algún dj». Señalaron que esto lo promueve el DC-10 y que había miembros de esta discoteca en el encuentro.
«Por lo que nos dijeron parece que el acuerdo está bastante avanzado», indicaron las mismas fuentes, que aseguraron que serían dos fiestas para unas 15.000 personas cada verano hasta 2015.