La empresa responsable del cable de fibra óptica que une Eivissa con Formentera, Telefónica, informó ayer que la rotura del pasado martes se ha producido exactamente en el mismo punto que la avería de hace un mes y medio, a 1.400 metros de la costa de Cala Jondal. Desde la compañía telefónica alegaron que a pesar de ser una zona muy frecuentada por las embarcaciones «es una zona de fondeo prohibido y así figura en la cartas náuticas».

Ante las críticas del Consell de Formentera, quien estudia emprender acciones contra Telefónica, desde la empresa mostraron su asombro y apuntaron que su competencia no es la de controlar los fondeos: «Estamos asombrados y dolidos porque hemos resuelto la avería en un tiempo récord y, desde luego, no somos los responsables de que un barco tire su ancla sobre nuestro cable. Nosotros somos parte perjudicada, tanto de forma directa, porque nos resulta muy costoso traer al buque cablero para arreglar la avería, y de forma indirecta, porque está afectando a nuestros clientes. Es hora de que quien tiene que velar para que se cumpla la normativa del fondeo lo haga», puntualizaron desde la empresa.

Además, las mismas fuentes señalaron que instalar otro cable, como indica el Consell de Formentera, no es la solución: «Poner otro cable, o veinte, no es la solución, es absurdo. Si siguen fondeando encima del cable, los barcos seguirán rompiéndolo».