Los asistentes se pusieron en el papel de las personas ciegas caminando por un circuito y desarrollando otros sentidos que no eran los de la vista.

Setenta y cinco años de vida no se cumplen todos los días. Y si además se hace recibiendo, entre otros galardones, el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y la Medalla de Oro de Balears, es normal que ayer el optimismo y la felicidad invadieran la celebración del Día de la Once en el paseo de Vara de Rey de Eivissa.

«Es un día y un año muy especial para nosotros porque celebramos 75 años desde que la organización comenzara a ayudar a mutilados de la Guerra Civil sin que haya parado ni un sólo día de ayudar a las personas con discapacidad visual», explicaba una emocionada Mari Carmen Soler Lliteras, presidenta del Consejo Territorial de la Once, rodeada por el president del Consell, Vicent Serra, la alcaldesa de Eivissa, Pilar Marí, el conseller de Hacienda del Govern, José Vicente Marí Bosón, y el director de la organización en la Isla, Mariano Torres.

Serra y Marí, tras recibir un ejemplar del libro Aniversarios de una ilusión, coincidieron en recalcar la labor que lleva a cabo la organización para ayudar a las personas con discapacidad. «Hay que agradecer el trabajo sin descanso que hacen los miembros de la Once por llegar donde no lo hacen las instituciones y en muchas ocasiones sin el reconocimiento público que se merecen», explicó Marí.