El incremento del impuesto por la venta de vehículos de segunda mano entre particulares del Govern establece que la tributación se hará a partir de ahora en función del cubicaje para los coches matriculados antes del 1 de enero del 2011 y en función de las emisiones de CO2 si estaban matriculados a partir de esa fecha. Antes de la entrada en vigor de esta modificación el pasado día 1, se pagaba un porcentaje en función del valor del vehículo. Así, un coche matriculado antes del 1 de enero de 2011 con más de 2.500 centímetros cúbicos pasará a pagar 1.280 euros a los que habrá que sumar, en el caso de que tenga una antigüedad superior a 10 años, un 10% más. En el caso de que tenga una antigüedad superior a cinco años e inferior a 10 se sumará un 5%. En este sentido, los coches más viejos son los que más pagarán. Fuentes de la conselleria d’Hisenda señalaron que se busca aplicar una normativa europea para que paguen más los coches que más contaminan, que son los más viejos.

El nuevo tipo impositivo generó «sorpresa» en la Asociación de Talleres Libres, Recambios y Afines de Pimeef, según explicó su presidente, José Pavón. «No sabíamos que se iba a incrementar el impuesto; nos pilló por sorpresa. Lo primero que piensas es que nos ayudará porque frenará previsiblemente la venta ilegal de coches de segunda mano», precisó Pavón, refiriéndose a «aquellas personas que tienen un stock de coches y se dedican a venderlos; no son particulares que venden su coche sino que venden varios como si fueran empresas, pero sin pagar impuestos». Cabe destacar que las empresas que venden coches de ocasión y de segunda mano no pagan este impuesto, pues tributan con el IVA y otros tipos impositivos.

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