En estos años malos el Entierro de la Sardina o, mejor dicho, la incineración de la misma, adquiere un mayor significado. Si la muerte de este pez, que marca el fin a la gran fiesta pagana, representa el entierro del pasado para que renazca un futuro mejor, nunca como ahora la leyenda debería convertirse en realidad. De hecho, y como debe ser, nadie lloró. Anoche, en el Parque de la Paz todo eran risas y diversión. Al igual que el año pasado, la ceremonia corrió a cargo de la Asociación de Vecinos de Es Clot, que realizó el ya tradicional pasacalles. Eso sí, y a diferencia de otros años, una estandarte presidía la comitiva: «La Sardina Diu No»
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.