La consellera de Turisme, Alejandra Ferrer, respondió ayer a las críticas del PP de Formentera en las que pedían a la máxima institución insular que aclarase su postura sobre los party boats o fiestas en barco. «Nuestra postura ha sido clara desde un inicio. Hemos enviado escritos al Govern, hemos debatido en plenos y se han hecho propuestas solicitando la regulación de estas problemática, que a su vez implica la prohibición en las costas protegidas de Formentera. No hemos cambiado nunca de postura. La regulación no excluye la prohibición», afirmó Ferrer, quien afirmó estar «contenta» y «sorprendida» de que el PP de Formentera «esté de acuerdo con la opción de prohibirlos en las costas protegidas, pero me resulta extraño porque en la última reunión dijeron que no estarían de acuerdo con la postura del Consell de Formentera porque iban a apoyar todas aquellas medidas que produjeran puestos de trabajo».

Por ello solicitarán al Govern que prohíba la actividad en las zonas protegidas de Formentera. «El año pasado hubo una ligera mejoría en tanto que no entraban en la zona del parque natural, pero esto realmente lo único que hizo es que los barcos se movieran a otras zonas, como cala Saona o es Pujols».

La consellera de Turisme explicó que la «problemática» de party boats «nos viene dada y no tiene ningún tipo de repercusión positiva para la Isla de Formentera». Sobre el manual de buenas prácticas consensuado por el Govern y los empresarios afirmó que «ojalá las empresas garanticen que no habrá problemas». Pero precisó: «A mi nadie puede convencerme de que un barco lleno de jóvenes y con música y alcohol no puede generar molestias cerca de las costas». Cabe recordar que entre estas buenas prácticas se encuentra no dejar subir a pasajeros ebrios o drogados, informar sobre normas de seguridad y comportamiento, así como bajar la música cuando entren y salgan de puerto y cuando estén cerca de la costa, al tiempo que los empresarios deberán comprobar que quienes ejercen la actividad tienen al día toda la documentación.