La sede de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) fue testigo ayer de la firma del XV Convenio de Hostelería de las Illes Balears, que contó únicamente con el apoyo de los hoteleros y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO), mientras que las patronales de restauración y salas de fiestas se negaron a firmar el documento, tras manifestar que no podrán asumir al aumento salarial pactado en el nuevo convenio.

Las negociaciones, que empezaron en el mes de abril, han concluido con la aprobación de un incremento del salario base mensual colectivo del 1,125% durante cuatro años, un compromiso que, según estos colectivos ven excesivo porque su situación es «menos favorable» que otros sectores y no tienen la garantía de que sus negocios se vayan a consolidar.

«Ataque de celos»

El secretario general de la Federación de Hostelería de UGT de Eivissa y Formentera, Fernando Fernández, calificó esta decisión de ser un «ataque de celos» a la vez que acusó a los empresarios de estar en contra de esta firma porque «no han aceptado algunas de las propuestas que habían hecho». Por su parte, el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera, Roberto Hortensius, aseguró que la posición de estos colectivos se produce por «ganas de protagonismo», ya que ellos fueron los primeros en proponer el aumento. «Ofrecieron un 0,7%, pero al cerrarse con un 1,1% dicen que no es asumible».

Las medidas acordadas se han aprobado con una vigencia de cuatro años, con opción a cuatro años más, siempre que ninguna de las partes lo denuncie, lo que los hoteleros han valorado como una garantía de «paz social». «Ha sido una negociación bastante fuerte, pero pienso que ha sido positiva para las dos partes», aseguró Hortensius, que destacó algunos de los objetivos del convenio como apostar por la desestacionalización o incentivar la contratación en temporada baja.

El nuevo texto también acoge la modificación del contrato eventual, ampliando su duración a 12 meses en el periodo de 18 meses para establecimientos abiertos todo el año, incorpora dos modalidades de contrato para la formación, incentiva el empleo juvenil y descarta la externalización de servicios que pretendían aplicar algunos empresarios hoteleros.