Imagen de la desaladora de Santa Eulària, que lleva completamente acabada desde 2011. | Marco Torres

La junta de gobierno del Ayuntamiento de Santa Eulària ha aprobado iniciar conjuntamente con Aqualia, la empresa gestora del servicio del agua, los trámites para la instalación de nuevos elementos de tratamiento de aguas en los pozos donde se ha registrado un descenso de la calidad del agua debido a la concentración de minerales presentes en el subsuelo.

Las primeras medidas que se pondrán en marcha se aplicarán en la zona de La Joya y en Santa Gertrudis, donde se ha comunicado a los usuarios que «el agua supera en estos momentos los parámetros normales de calidad», según apuntan des del Ayuntamiento en un comunicado. Estas medidas pretenden evitar que la falta de lluvia y la sobreexplotación de los pozos durante determinados meses al año afecten a los niveles de concentración de minerales naturales que hacen que se aconseje no consumir el agua directamente.

El Consistorio seguirá reclamando ante el Gobierno balear y el Ministerio de Medio Ambiente que agilice al máximo la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària, la producción de la que se considera «básica» para garantizar el suministro de agua a todo el municipio.

Desde Aqualia ya apuntaron que la interconexión de las tres desaladoras de la isla es la «solución» a las restricciones de agua que padecen varias zonas de Eivissa, como la de Santa Gertrudis, donde anunciaron que no podrán beber ni cocinas con agua de la red municipal hasta nuevo aviso, debido a que «no es apta para el consumo» al existir «concentraciones elevadas de sulfatos y cloruros» en el agua extraída de los pozos.

El 90% de las obras de la interconexión de las desaladoras de la isla ya están finalizadas y la previsión del Govern balear es ponerla en marcha en 2016.