Ramón Cabello es el presidente de la Federación de Comerciantes La Marina-Puerto de Ibiza y confía en que el nuevo edificio de es Martell esté listo para esta temporada ya que, entre otras cosas, los primeros cruceros empezarán a llegar en abril. Precisamente apuesta por el turismo de cruceros fuera de temporada alta para conseguir aumentar la afluencia de gente en la zona. El mes que viene, la Federación organiza una mesa de trabajo sobre cruceros.

—Autoritat Portuària ya ha anunciado que mañana empiezan el derribo y la construcción del nuevo edificio en la zona de es Martell. ¿Cree que estará listo para el inicio de temporada?
—Siempre estamos reclamando que entiendan que hay lugares, como el puerto y el barrio de la Marina, que las obras deben empezar antes y acabar antes porque si ofrecemos la posibilidad de que vengan turistas en marzo o abril deberían encontrar todo listo y acabado. Por otra parte consideramos que es una buena noticia que se haya desbloqueado porque hasta el momento no sabíamos nada. Nos parece fantástico que el edificio se integre con la plaza y queremos que no se retrase más porque para nosotros la temporada empieza el 1 de abril, y más este año con la Semana Santa a finales de marzo, y para ellos la temporada arranca el 1 de junio. Desde el Ayuntamiento de Eivissa han dicho que el nuevo edificio no tendrá usos comerciales, pero esto lo queremos por escrito para que tampoco haya en un futuro, independientemente de quien gobierne. Pensamos, además, que se ha perdido una muy buena oportunidad para hacer el aparcamiento soterrado en es Martell; el que se haga el párking en avenida Santa Eulària ya que el de es Martell no se hará puede ayudar a la zona, pero queremos también que lo dejen por escrito.

—¿El puerto renovado ha influido en que más comercios y bares y restaurantes se hayan quedado abiertos este invierno?
—Sí, ha habido gente que viendo que el nuevo paseo estaba hecho y que podía ser un atractivo, pues ha abierto y se ha encontrado con el problema de que no ha habido gente. Pensamos que ha sido un grave error no permitir pasar a los vehículos a la fachada marítima; si se hubiera permitido quienes se han quedado abiertos hubieran tenido un invierno algo más satisfactorio. Pero la realidad es que ha sido un invierno nefasto para quienes han abierto porque el cierre del puerto a los coches no ha ayudado en nada. Lo que ocurre es que siempre que alguien en esta zona se anima a abrir le va tan mal que decide no volver a abrir hasta dentro de un tiempo que ya se le haya olvidado lo mal que lo ha pasado.

—¿Qué se podría hacer para que haya más establecimientos que se queden abiertos en invierno?
—Lo primero es que el Pepri se tiene que flexibilizar; los bares y restaurantes deben tener la posibilidad de hacer cerramientos en sus terrazas porque son locales muy pequeños. Hablando de comercios, se tiene que fomentar que haya más gente por la zona programando más actividades, por ejemplo. Nosotros intentamos que entiendan desde el Ayuntamiento que no es difícil conseguir que la gente esté por el barrio; en noviembre, por ejemplo, poniendo más cruceros habría más gente por la zona, luego llega la Navidad y se pueden hacer actividades navideñas en la zona.

—¿En qué tiene que cambiar el Pepri?
—Le pedimos más flexibilidad porque han cambiado los tiempos, los materiales, todo ha cambiado. Si estamos intentando ser un barrio competitivo con diferentes zonas de Eivissa tenemos que competir con las mismas condiciones que los demás. Hay que buscar soluciones rápidas y que sean flexibles y que realmente faciliten la labor de quienes trabajan y viven en el barrio.

—¿Existe la sensación de que se está dejando morir al barrio?
—Cada vez más gente piensa eso, que están dejando morir a la Marina y no entendemos por qué. A veces no entendemos la poca comunicación que existe con los ciudadanos, en este caso, con la Federación de Comerciantes. Pienso que cuando implicas a los ciudadanos es mucho más fácil trabajar en los proyectos porque nosotros somos quienes vivimos y trabajamos en la Marina.
—Ahora que comenta la falta de comunicación, ¿en qué les falta información?
—No tanto en el tema del puerto sino en las diferentes actuaciones que se hacen o que están previstas y que pueden afectar al barrio de la Marina; en este caso sí que nos enteramos tarde o bien por la prensa, como pasó con el cambio de sentido programado para la ciudad.

—¿Cómo les puede afectar la peatonalización de Vara de Rey y el consiguiente cambio de circulación que tiene previsto hacer el Ayuntamiento?
—La verdad es que nos encontramos el proyecto sobre la mesa, pedimos cita con el concejal de Mobilitat, presentamos nuestras objeciones y nos dijeron que ya hablaríamos y eso fue en noviembre y aún no sabemos nada. Al día siguiente de tener la reunión con el concejal de Mobilitat en noviembre salió publicado el proyecto en PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA. Este cambio de sentido de circulación no tiene razón de ser porque se trata de un proyecto que se pensó cuando el puerto viejo era una zona de puerto comercial, donde confluían tráilers, coches de pasajeros, personas a pie, motos, bicicletas, buses...la conglomeración de tanto era peligrosa y, por eso, propusieron que la avenida Santa Eulària fuera sólo de salida y no tuviera esas aglomeraciones. Hoy en día no existen esas aglomeraciones porque todo el tráfico comercial y regular está en es Botafoc. En Eivissa no hay avenidas tan grandes como para tener atascos tan grandes; quizá en julio y agosto es cuando se ven más, pero tampoco son muy importantes. Este cambio nos quitará un posible atasco en el interior, pero nos llevará a un atasco en el primer cinturón de ronda. La entrada al barrio de la Marina será por la calle Bartomeu Vicent Ramón, ¿pondrán allí una barrera? Tampoco entendemos por qué se tiene que peatonalizar la calle de la muralla, la que permite el acceso actualmente a la zona de la Marina. Nosotros calculamos que retirarán unas 150 plazas de aparcamiento, que en rotatorio pueden suponer un millar de aparcamientos menos y esto puede significar que unas 3.000 personas dejarán de visitar la Marina. Y luego pensamos que antes de peatonalizar habría que habilitar más plazas de aparcamiento, pero por ahora no sabemos nada del aparcamiento del Reina Sofía.
—¿Han visto el proyecto de peatonalización, qué les parece?
—Viene de anteriores legislaturas, pero pensamos que se debería consensuar más con los ciudadanos. Recuerdo que con el anterior equipo de gobierno, con Sánchez-Jáuregui de alcaldesa, se presentó el proyecto en Can Ventosa y me sorprendió la poca gente que estaba de acuerdo con el proyecto, no hay consenso en la ciudad al respecto. Por mucho que sea algo que está planteado desde hace tiempo se debería haber contado más con los ciudadanos.

—Se suele decir que las peatonalizaciones pueden beneficiar al comercio y a la restauración.
—Hay gente que piensa que puede ser un estangulamiento para la zona de la Marina, pero creo que hay incertidumbre sobre cómo puede afectar. Cuando se peatonaliza una plaza, por ejemplo, significa un aumento de bares y restaurantes, como pasó en la plaza del Parque y el Mercat Vell. Pensamos que en lo que más nos afectará será en la entrada al barrio de la Marina; desde la Federación continuamos trabajando para que haya un flujo de gente en la zona.

—¿Cómo esperan que sea la temporada de cruceros este año?
—Inicialmente en 2015 tuvimos problemas con las obras del puerto, pero cuando acabaron la verdad es que la temporada de cruceros fue satisfactoria y para este año tenemos buenas expectativas. El año pasado llegaron 183.0000 cruceristas con una media de gasto de 61 euros; el año pasado tuvimos 125 escalas y este año esperamos 154, lo que supone un incremento del 24,7%. Son cifras importantes porque pensamos que estos cruceristas acceden al barrio de la Marina y el año pasado, por ejemplo, calculamos que dejaron 3 millones de euros en el barrio de la Marina. El impacto económico ha ido creciendo con el paso de los años y la zona cada vez está más concienciada con los beneficios de los cruceros.

—¿Las aperturas de establecimientos se adelantan por los cruceros?
—Sí, somos una zona que abre pronto. En abril llegarán 16 cruceros y la Semana Santa será a finales de marzo, por lo que habrá gente que se animará a abrir más pronto. Ahora la referencia para el inicio de la temporada siempre es el 1 de abril, de hecho casi el 80% de los comercios del barrio de la Marina están abiertos para esas fechas.

LA NOTA

«Este año lanzaremos la guía turística de la zona comercial abierta»

—¿Cómo ha sido este primer año de la Marina-Puerto de Ibiza zona comercial abierta?

—Hemos estado trabajando duro en proyectos y estamos muy ilusionados. Este año lanzaremos la guía turística y estamos trabajando en recuperar actividades tradicionales que se han ido perdiendo con los años. Presentamos, además, un proyecto de poner unos monolitos identificativos y unas banderolas para señalar cuál es la zona comercial abierta.