Uno de los cadáveres que se encuentra sobre el islote de es Vedrà tras la actuación del Govern balear.

La Asociación Animalista de las Illes Balears (Assaib) presentó el pasado 1 de marzo una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa contra el conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, y la directora general de Biodiversitat i Espais Naturals, Caterina Amengual, por un supuesto delito contra los recursos naturales y otro contra la fauna «por el sacrificio indiscriminado de un número indeterminado de cabras mediante disparos con una escopeta de calibre 22 en la isla es Vedrà, permaneciendo los cadáveres en estado de putrefacción y descomposición a la intemperie».

Los animalistas explican en su denuncia que la actuación del Govern balear en es Vedrà se basa en el ‘Manual práctico para el manejo de vertebrados invasores en las islas de España y Portugal’, y señalan que «sin perjuicio de la catadura moral que para esta denunciante supone la adopción de la medida descrita, la realidad es que esta denuncia no se centra en la adopción de la citada medida, sino en la gestión posterior de los cadáveres de los animales, los cuales, y todo ello remitiéndonos a las manifestaciones de los denunciados, podrían sufrir ciertas enfermedades que en el supuesto de ser trasladados a Ibiza o a Mallorca, supondrían un posible foco infeccioso de contagio, de ahí su indiscriminada matanza».

«¿Acaso ese posible foco de infección no resulta mucho mayor en el caso de que decenas de cadáveres ensangrentados, yazcan en la tierra yerma de la Isla pudiendo contagiarse otros animales especialmente protegidos o afecten a la propia flora del espacio protegido?», se preguntan los animalistas en la denuncia.

Los denunciantes señalan como «curioso» que el método utilizado por el Govern para acabar con las cabras fuera «el más sangriente para ellas y el más dañino para el medio ambiente». En este sentido, solicitan un informe de un técnico especialista en medio ambiente «elegido mediante insaculación» para que evalúe el impacto de la presencia de «decenas de cabras ensangrentadas» en el islote. Los animalistas aseguran que la presencia de los cuerpos sin vida en el islote contraviene los artículos 334, 325 y 329 del Código Penal y piden citar como testigos a «las personas que tengan conocimiento de estos hechos y que han intervenido directamente en los mismos».

Medidas cautelares

En su denuncia, los animalistas solicitan al juez la retirada de los cadáveres de las cabras «para evitar las consecuencias catastróficas que los delitos aquí denunciados podrían producir tanto al medio ambiente como a la salud pública», así como salvar a los ejemplares que todavía se encuentren con vida sobre el islote «con el fin de que no se reproduzcan de nuevo y se adopte una medida similar por parte de los denunciados de aniquliar todo lo que se les ponga por delante».

Sobre esta cuestión, aconsejan para su decomiso utilizar el método ‘Judas’, con el que mediante una cabra doméstica se guiaría al resto de mamíferos «hacia un punto de fácil acceso por los técnicos» para después trasladarlas a Eivissa o Mallorca, donde se haría cargo de ellas la misma asociació Assaib.