Yorki, Currito y Gori disfrutaron de un baño mientras Gori optó por quedarse en la orilla. | Toni Escobar

Yorki, Currito y Otto disfrutaron ayer de su primer baño en julio en una playa de Eivissa. Lo hicieron en una zona especialmente habilitada para ellos. El yorkshire terrier y sus compañeros fueron los afortunados perros del Centro de Protección Animal de Sa Coma que estrenaron la temporada de baños en el nuevo punto de encuentro habilitado para canes en Eivissa.

Hasta la zona habilitada para el baño también llegó el perdiguero Gori, el más grande de todos ellos, pero el único que renunció a adentrarse en el agua. «Es cuestión de gustos y si no quiere entrar y bañarse por lo menos pasea por un lugar precioso», apuntó Lourdes, una voluntaria que acudió a la cita junto a Estela y Pau.

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A primera hora de la mañana se fueron incorporando otros perros que venían con sus dueños para conocer y disfrutar de la franja de 360 metros de playa abierta a los canes los 365 días del año. La zona está acotada entre las calles Quartó de Balançat y Quartó de Santa Eulària en el municipio de Vila. Una señal indica el área habilitada para animales y las normas de conducta a seguir. También hay disponibles dos postes con bolsas para la recogida de excrementos.

Siguiendo este «bautismo canino-playero» estaba la concejala de Medi Ambient de Vila, Montse García. La edil subrayó que esta zona da respuesta a una «demanda de muchos vecinos. Las primeras jornadas han tenido una gran aceptación y todo el que viene se va muy satisfecho».

Hasta ahora, el acceso de perros a las playas estaba permitido entre el 31 de octubre y el inicio de la temporada estival. Esta zona estará abierta al baño de los canes los 365 días del año. Los voluntarios de Sa Coma podrán trasladar a los perros a la playa el primer sábado de cada mes.