Antoni Planells pasará a la historia como uno de los impulsores del turismo en Eivissa. Su vinculación con el sector empezó en 1950, cuando cogió las riendas del entonces Hotel Restaurant Ibiza, antes conocido como Gran Hotel y, posteriormente, como Montesol cuando atravesaba una delicada situación económica tras la Guerra Civil. Ocho años después, Planells consiguió dejarlo convertido en un negocio rentable que era conocido en todo el mundo.

Desde 1936 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, el hotel fue utilizado por el ejército. Una vez acabada la guerra, el Fomento de Turismo de Eivissa impulsó su reapertura a través de una sociedad que aportó los fondos necesarios para volver a funcionar y en 1946 volvió a reinaugurarse.

La segunda etapa del resucitado hotel con Planells al frente fue difícil. Ofrecía un servicio de calidad pero no era rentable porque, en plena postguerra, el estricto racionamiento obligaba a comprar los productos en el mercado negro a unos precios muy altos.

Lo primero que hizo cuando se hizo cargo del negocio fue una intensa labor de promoción turística en la prensa nacional y extranjera, en la radio, en las proyecciones de los cines, con anuncios fijos en los programas del Gran Teatro del Liceu de Barcelona e incluso en los barcos que hacían la travesía entre la capital catalana y Palma, con folletos o artículos en revistas especializadas.

Esta campaña de promoción turística dio sus frutos y el resultado fue un apreciable aumento de la clientela, que pagaban entre 55 y 65 pesetas por pensión completa en una de las 80 habitaciones.

A partir de los años 50, por el Hotel restaurante Ibiza, considerado el mejor de la isla, pasaron todas las personalidades ilustres que nos visitaban y fue escenario de bodas, banquetes y eventos sociales, como la celebración de la coronación de la Mare de Déu de les Neus, con la presencia del general Franco.

Pero, al margen de su destacada actividad turística, Planells fue un erudito en diferentes materias y dedicó buena parte de su vida a la investigación de temas históricos de Eivissa y Formentera y a la arqueología.

Antoni Planells falleció en Barcelona en el año 1999 a los 89 años de edad y, en cumplimiento de su testamento, ese mismo año se creó una fundación privada con su nombre cuya finalidad es promover la cultura y la educación entre Catalunya y las Balears y difundir la cultura ibicenca.

Calle Antoni Ferrer Planells

Los años 30, la década del nacimiento del turismo en Eivissa

Hasta bien entrado el siglo XX, Eivissa, una isla sin infraestructuras y un hábitat rural disperso, era totalmente desconocida como posible destino vacacional. Los orígenes del turismo en la isla datan de la década de 1930, con la inauguración de importantes hoteles en Eivissa, Sant Antoni y Santa Eulària.

El estallido de la Guerra Civil española en 1936 paraliza el desarrollo de la industria turística hasta la década de los 50, cuando empieza el despegue del sector. Entre 1955 y 1960 la oferta de plazas turísticas se triplicó y Sant Antoni se convirtió en la zona turística por excelencia porque sus normas morales no eran tan estrictas como en la capital.

En los años 50 también llegan una oleada de intelectuales y artistas que huían de la dictadura nazi y situación política de sus países en otras partes de Europa en busca del clima y los paisajes de la isla y de la libertad que, a pesar de la dictadura, se respiraba.