La Oficina de la Dona ha registrado un descenso de casos en su programa de atención y tratamiento a víctimas de víctimas de violencia de género con un 19,4% menos al pasar de 515 a 415 desde el 1 de enero al 15 de noviembre según los datos facilitados con motivo de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia a las Mujeres.

De estos 415 casos, 379 son mujeres víctimas de violencia, 20 menos que en 2015, de las que 228 han sufrido maltrato físico y psíquico; 132, maltrato psíquico y siete han sido agresiones sexuales. Hay otros doce casos atendidos en los que no se especifica el motivo corresponden al programa.

Un descenso de casos que, a juicio de la jefa de sección de la Oficina de la Dona, Olga Guerra, no corresponden con la realidad. «Nos gustaría que fuera porque ha bajado la violencia pero la realidad es que es un reflejo de la situación económica», dijo. Guerra explicó que «hemos tenido una temporada muy larga; en verano nos llamaban algunas mujeres para venir, pero no podían venir por sus turnos de trabajo o porque estaban muy cansadas». Explicó que, una vez acabada la temporada, «volvemos a tener mucha demanda». Guerra alude también al volumen de gente en verano. «Ha habido muchas situaciones de violencia que no se han denunciado por un motivo u otro. En la Oficina de la Dona no creemos que haya habido menos violencia y seguramente hubo. No lo puedo demostrar, pero los jueces sacan unas estadísticas trimestrales y en España no ha bajado el volumen de denuncias». También asegura que ha habido casos de turistas extranjeras que no denuncian y deciden «cambiar el billete y se van» cuando se produce el maltrato.

El programa incluye la atención a 36 hijos de mujeres maltratadas, una cifra que ha descendido. «Van acompañados de sus madres y si ellas no los traen, nos bajan los casos. Es una rueda».

Sin embargo, aumentan las mujeres alojadas en los hogares de acogida al pasar de 25 mujeres y 28 niños en 2015 a 34 mujeres y 21 niños este año, debido al problema de la vivienda y con aumento de la estancia al pasar de una media de 53 a 55 días. «Se encuentran con precios abusivos. Hay mujeres que ingresaron en abril o mayo no han podido salir hasta este mes. No es un problema económico de ellas porque han trabajado, pero no llegan». En los hogares ha habido casos de «mujeres de verano que vienen de vacaciones e ingresan poco tiempo», relató.

Guerra incidió en las edades más tempranas: «Se sigue haciendo un trabajo para que estas chicas que se reconozcan como víctimas de violencia». De hecho, asegura que les han llegado casos de «chicas que con 15 años ya tienen una orden de protección». En ocasiones, llaman incluso amigas o la familia pidiendo consejo. «Todo el mundo puede denunciar pero cuando lo hacen amigos o familia y la víctima, si llaman desde el juzgado, lo niega porque no está preparada, les pedimos que no las juzguen, que necesitan su tiempo y que estén con ellas». Al contrario, también hay casos de víctimas que reconocen el maltrato «porque lo vivieron en su casa y lo están parando; eso es positivo». También aumentan las denuncias de vecinos «que no miran a otro lado y llaman a la Policía».