Antonio Baciero abre esta noche en Sant Carles la XXIII Festival de música

Antonio Baciero es uno de nuestros pianistas más prestigiosos. Nacido en la localidad burgalesa de Aranda de Duero el 29 de mayo de 1936, hijo de un médico y una madre que tocaba el piano, dio su primer concierto con 10 años y con 18 ya ganó el Primer Premio y el Premio Extraordinario del Real Conservatorio de Madrid. Fue el inicio de una exitosa y prolífica carrera que le ha llevado a ser, entre otras cosas, un intérprete de música renacentista y barroca reconocido a nivel mundial, actuando en decenas de países.

Sin embargo, Baciero es mucho más. Amable y cercano, también ha dedicado gran parte de su vida a la docencia, siendo considerado como el último maestro de la generación de oro de pianistas españoles. Así mismo, ha restaurado decenas de órganos abandonados y olvidados en distintas iglesias españolas, y está considerado un precursor en la recuperación del patrimonio musical español. No en vano, ha puesto en valor para el gran público una valiosísima colección de partituras inéditas para teclado escritas entre los siglos XVI y XVIII y la obra de otro burgalés, Antonio de Cabezón, resumida en 15 discos bajo el sello Hispavox.

Por ello, acumula premios en distintos países y es miembro de instituciones como el Ateneo de Valladolid, la Academia Francesa PAHC, la Sociedad Hispánica de Música Barroca, la Real Academia de la Historia o la institución Fernán González de Burgos. Además, es Hijo predilecto de Aranda de Duero, cuya Escuela de Música lleva su nombre, y este año, presidente del jurado del Concurso de Piano de Ibiza 2019.

«Muchos quieren venir a Sant Carles»
Hoy, en el vigésimo tercer Festival de Música de Ibiza dará un concierto a las 22.00 horas en el Salón Parroquial de Sant Carles con obras de Johann Sebastian Bach, el austriaco Franz Liszt, la primera audición en Ibiza de las Variaciones sobre el tema Mio caro Adone de Salieri, compuesta por Mozart, y la Sonata op. 111 de Ludvig Van Beethoven. Un concierto que afronta con «mucha ilusión» porque según confesó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera este encuentro «goza de un gran prestigio internacional a pesar de desarrollarse en una isla donde la música electrónica siempre ha tenido un gran protagonismo».

De hecho, según sus palabras, «el festival y el concurso son dos joyas que se han convertido en un referente internacional y un punto culminante en la amplia oferta veraniega de música clásica que hay en Europa». Algo que se debe, según explicó Baciero, «a que tienen una personalidad muy definida y atractiva y un nivel y unos programas que los hacen en muy atractivos para todo tipo de músicos, desde los consagrados a los más jóvenes».

«La música es básica para los jóvenes»
Precisamente, el prestigioso músico burgalés tiene una gran experiencia con los jóvenes. Considerado el profesor de una generación de oro, se muestra convencido de que la música clásica tiene que seguir siendo fundamental en colegios e institutos. «La asignatura de música ya se imparte y tiene que seguir siendo así porque aporta una formación y un enriquecimiento cultural muy importante y fundamental para que los jóvenes sean mejores personas».

Baciero es, además, un ejemplo de lo que se puede lograr luchando por tu vocación. Su padre era médico y tras estudiar Medicina durante un tiempo, decidió que lo suyo era la música. Se decantó por el piano porque su madre ya lo tocaba y se esforzó, estudió, luchó y perseveró «para tener un sello propio, distinto a los demás».

En este sentido, cree que hoy es todo muy distinto a los años 40 y 50 del pasado siglo, cuando él estudió en Navarra con Puri Villar y Julia Parody, en la Academia Chigiana de la ciudad italiana de Siena, en Viena, Austria, o en el Real conservatorio superior de música de Madrid. «Por un lado hoy los jóvenes lo tienen más fácil porque hay más medios a su disposición a la hora de estudiar pero luego, cuando terminan, son todos tan buenos y están tan especializados que hace que sea mucho más difícil destacar que cuando yo era joven».

Así, Antonio Baciero, quien cree que las facetas de pianista y profesor «son necesarias y complementarias», da un consejo a esos jóvenes que hoy puedan estar leyendo esta noticia. «Creo que es básico que no tengan prisa, que sepan esperar su momento y después perseveren en su vocación porque si consiguen dedicarse a la música descubrirán un mundo que te aporta una riqueza fantástica en tu vida y se convierte en la brújula que orienta tu día a día».

Por último, el burgalés está «muy orgulloso» de su impresionante trayectoria. «Me ha encantado todo lo que he hecho en mi vida, pero si tengo que quedarme con algo creo que elegiría el contacto con los jóvenes y con mi trabajo como divulgador de músicas que no eran tan conocidas y que ahora están al alcance de muchas personas».