Algunos puestos del mercado están cerrados. | MARCELO SASTRE

«Entre todos la mataron y ella sola se murió». Con estas palabras tan gráficas expresó el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercat Nou, Agustín Pineda, la situación de un lugar tan emblemático como vacío.

El dirigente de los comerciantes aseguró que el asunto de la reforma del mercado «debería estar ya resuelto, porque la gente no puede estar con el alma en vilo con su medio de vida». Según explicó Pineda, antes de las últimas elecciones ya se puso sobre la mesa tanto a PP como al PSOE que era un proyecto que llevaba mucho tiempo «enquistado» y hacía falta desarrollarlo. «Como repitió gobierno el PSOE, entiendo que no debería haber retrasos, porque se trata de seguir con el proyecto que ya estaba comenzado», aclaró Pineda. Sin embargo, el representante de los comerciantes explicó que, según el Ayuntamiento de Eivissa, la reforma no se lleva a cabo porque hay que hacer primero un mercado provisional que depende de un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que es necesario aprobar.

Vivir del aire
Pineda espera que pronto se pronuncie el Ayuntamiento, «que es el que tiene que buscar la solución» y recordó que, para ejecutar el plan, hay que construir el mercado provisional, echar abajo el existente y después construir el nuevo. «Mientras tanto, no podemos vivir del aire», se lamentó.

Preguntado sobre si sería más apropiado reformar el actual, se mostró inseguro al respecto, ya que «el concepto de mercado, tal como se concibió en 1978, no tiene nada que ver con el de ahora». En su opinión, para lo único para lo que serviría eso sería para alargar la vida del mercado actual dos o tres años. Nada más.

De hecho, Pineda declaró que un mercado debe estar adaptado a los nuevos tiempos y «a lo que es un centro de venta moderno», con las condiciones que requiere. Lo que sucede es que no cree que en el edificio actual se pueda construir un edificio de esas características.

Para él, lo «idílico» sería edificarlo sobre donde se encuentra el Parque de la Paz, pero no sabe si es viable y tampoco lo que opinarían los ciudadanos al respecto.

Por eso, hace unos días, Periódico de Ibiza y Formentera visitó el Mercat Nou y pudo recoger las impresiones de los dueños de los puestos. Alguno de ellos coincidió con Pineda en cuanto a la idea de llevar el mercado al Parque de la Paz.

En otros, el enfado era palpable. Tal fue el caso de José Manuel Díaz, propietario de una pescadería, quien criticó que el alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, tuvo «mucha prisa» en quitarles la concesión y ahora viven con nerviosismo. Díaz dijo no comprender cómo, si el Mercat Nou «se encontraba en ruinas», ahora resulte que, desde la concesión, van a estar cinco años. El comerciante opinó que «a Ruiz no le gusta el mercado, y además está muy ocupado estropeando todo lo que toca».

Díaz reconoció que el negocio es «deficitario» debido a la poca gente que acude a él -»ya ves cómo está»- y, encima, antes, por lo menos, tenían la concesión del aparcamiento, que les ayudaba a pagar.

En una tienda de ultramarinos, mientras despacha sobrasada y queso, Catalina Cardona se mostraba escéptica al asegurar que «esto es lo mismo de siempre». A Cardona le parece que hay algunos puestos cerrados y otros sin ocupar «porque la competencia es tan fuerte» que «pronto» tendrán que marcharse todos.

Un carnicero -que no quiso dar su nombre- aseguró que esto era «el cuento de nunca acabar» y que ya no sabe «hasta qué punto es creíble ni viable». Ésta fue una de las voces que abogó por arreglar el mercado existente, porque lo que el Ayuntamiento quiere hacer le parece «un mastodonte». Según dijo, puede estar de acuerdo en que se renueve, pero no lo está con las formas, que calificó de «demasiado pretenciosas».

Varios comerciantes aseguraron que el mercado no está tan mal como se encuentra en la actualidad y la gran mayoría aseguró que lo peor de todo es no tener información por parte del Ayuntamiento.