La estampa que se pudo ver durante la jornada de ayer fue mucho menos tráfico de lo que es habitual para un lunes por la mañana. | DANIEL ESPINOSA

Ibiza y Formentera vivieron ayer el primer lunes laborable tras el confinamiento decretado por el Gobierno por el estado de alarma sanitaria por la COVID-19. Un lunes laborable algo anómalo ya que el volumen de tráfico y personas fue mucho menor que cualquier otro lunes normal. A primera hora de la mañana, los taxis esperaban en el aeropuerto de Ibiza, un aeropuerto más tranquilo de lo normal por la reducción de frecuencias si bien ayer continuaban llegando vuelos de Madrid. En los supermercados poco a poco se va recobrando la normalidad y son muchos los establecimientos que desde ayer ofrecen guantes a sus clientes para hacer la compra, así como limitan el acceso a los supermercados para evitar las aglomeraciones. Cabe destacar que Sant Josep denunció ayer a una persona por desobedecer el decreto de estado de alarma. Se trata de un motorista que huyó de un control de seguridad tras saltarse el confinamiento y tuvo un accidente cuando intentaba escapar de los agentes. Esta persona no tenía carné de conducir, iba sin casco, tenía la ITV caducada y llevaba marihuana encima.

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Por su parte, las instituciones pitiusas han optado por la atención telemática y telefónica al ciudadano y se han adaptado al teletrabajo debido al confinamiento.

Servicios mínimos en los taxis
El gremio del taxi de Ibiza también se ha adaptado a la nueva situación con geles desinfectantes en sus coches y guantes. Desde el Ayuntamiento de Sant Josep explicaron ayer el Consistorio garantiza este servicio público y reduce, al mismo tiempo, la exposición de los profesionales a un posible contagio. En este sentido, la flota del municipio se dividirá en tres grupos que rotarán cada dos días. Uno de los grupos trabajará durante este periodo y el otro estará de guardia y sólo se activará si la demanda lo justifica. El tercio de la flota restante descansará. Acordaron, además, que podrán llevar a las personas que tienen autorizadas en su licencia, pero después de cada servicio deberán desinfectar el taxi. En Vila, que tiene el 66% de la plantilla en marcha es decir 135 taxis disponibles, los servicios se harán de forma individual, a excepción de los supuestos justificados en que los usuarios requieran acompañamiento de otras personas, como menores de edad o personas con movilidad reducida.