Los últimos turistas del Imserso durante su acceso al aeropuerto para regresar a sus casas. | DANIEL ESPINOSA

«Tenemos que ser realistas y centrarnos en solucionar este tema que ahora mismo es de salud pública». La presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Ana Gordillo, indica que todavía es pronto para plantearse cómo afrontará el sector una temporada atípica que supondrá grandes pérdidas económicas. «Nadie se imaginaba un escenario como este; es una situación que nadie había vivido antes. Ahora mismo solo podemos pensar en cuánto va a durar esto, que tenga la menor afección y entonces tendremos que afrontar las consecuencias económicas, que está claro que van a ser muy graves», prevé.

Dentro de ese realismo, en el sector ya se indica que esta situación marcará un antes y un después y que muy probablemente genere un impacto que se arrastre las próximas dos temporadas como mínimo. Muchos ya consideran que se perderá hasta el mes de mayo, lo cual motiva incluso cierto pesimismo, siempre desde la incertidumbre de cuánto se alargará esta situación.

«Vamos a esperar», indica Pedro Matutes, director general de Sirenis Hoteles & Resorts, para quien «este es un tema que toma su tiempo». «Independientemente de lo que hagan las autoridades, estamos ante un escenario que no depende solo de nuestro país», dijo. Las políticas de otros países y sus procesos de pandemia, que en muchos casos van con retraso respecto a España, condicionarán en el futuro las emisiones de turistas que puedan llegar a Ibiza y otros destinos nacionales dependientes del sector servicios. Los directivos del sector siguen casi más la prensa italiana, alemana o británica que la española.

Estos factores, apunta, repercutirán en las líneas aéreas y en los turoperadores, y, por lo tanto, supondrán unos cambios en el mercado. «Lo que llamemos normal en el futuro no será lo mismo que ahora», afirmó.

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Octubre, el nuevo abril
Frente a un escenario inesperado aparecen alternativas que también podrían suponer un cambio en el negocio. Una gran parte de las competiciones deportivas previstas para este mes de abril se han aplazado al mes de octubre, un mes que, hasta ahora, ya era de cierre para muchos hoteles.

«El mes de abril hoy en día ya era una realidad en cuanto a ampliación de la temporada», apunta el director comercial de Invisa Hoteles, Alejandro Sancho. «El mes de octubre se lleva reclamando desde hace años para que los actores del destino lo pongan en valor. También a los operadores, porque es evidente que incluso las temperaturas del mar son mejores en octubre que en abril», continuó.

En Concept Hotel Group, con seis hoteles en Ibiza, solían tener únicamente abierto un hotel en el mes de noviembre. La compañía cerraba temporada a mediados de octubre. Este año ya tienen previsto abrir todos sus establecimientos hasta final de mes, según informa su CEO, Diego Calvo. «La idea es compensar la falta de ventas de abril y mayo con esos días de octubre. Compensará poco, pero, al final, todo dependerá de las operaciones aéreas», indicó. Señala que octubre es un mes que funciona bien por su climatología. Sin embargo, las compañías aéreas reducían su oferta y eso motivaba la consecuente reducción de viajeros.

Calvo espera que la suspensión de vuelos estos meses motive también a las aerolíneas a ampliar la duración de determinadas rutas.

La opción está sobre la mesa. Faltará que coincida la voluntad de operadores y hoteleros con la decisión de los viajeros. En cualquier caso, el factor coronavirus es la incógnita en la ecuación que hace que todo sea especular.