En casa de los Hormigo Sureda hicieron las palmas de cartulina por la mañana. | NIEVES MARÍ

El Domingo de Ramos es un día especial para los niños. Es un domingo diferente. Los que dan catequesis de comunión en la parroquia se sientan en los primeros bancos. Mueven las ramas de olivo con energía cuando toca hacerlo y, a veces, cuando no toca. Eligen las más vistosas y más grandes. Una escena que ayer no se produjo. Tampoco hubo ramos ni cantos por las calles para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén. Sin embargo, muchas familias mantuvieron la tradición desde sus casas, siguiendo las misas de Ramos por televisión o por redes sociales.

«Hoy, desde nuestras casas, en nuestro interior, también queremos aclamar a Jesucristo. […] Empezamos esta Semana Santa que viviremos de un modo muy diferente al habitual», inició ayer la eucaristía el administrador diocesano de Ibiza, Vicent Ribas, que celebró la misa en la parroquia de Sant Josep, donde la TEF estuvo presente para emitirla en directo.
Envió un saludo especial a los más pequeños. Algunos grupos de catequesis de las parroquias de la isla hicieron talleres a distancia de palmas de cartulina.

La celebración contó con música de órgano y, tras la bendición, Ribas dio gracias a la TEF por permitir que la celebración llegase a todos los rincones de las Pitiusas. Felicitó también al pueblo de Sant Vicent de sa Cala el día de su fiesta patronal, que coincidió con el Domingo de Ramos.

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Desde casa

Para el diácono permanente de Ibiza, Pedro Miguel Ramírez, la celebración del primer día de la Semana Santa «cobra mayor importancia en medio de este confinamiento. Los cristianos elevamos nuestra plegaria a Cristo y ponemos en él nuestra esperanza de que pronto saldremos de esta crisis y que ésta nos hará más humanos y más hermanos». En su casa celebró la solemnidad con su mujer y sus tres hijos con unos laudes para luego seguir la celebración del Domingo de Ramos en televisión.

También Luis Hormigo considera que el celebrarlo en casa «no hace que el día sea menos importante». Sus hijos hicieron unas palmas con cartulina por la mañana. Ellos siguieron la misa de la parroquia de Santa Cruz, que fue retransmitida en directo por la red social Facebook. Como ellos, más de un centenar de personas se conectaron a la emisión en directo.