Agentes controlan el perímetro minutos antes de la llegada de los Reyes. | DANIEL ESPINOSA

Faltan dos minutos para las 17.00 horas. Por Vía Romana aparece un todoterreno de la Guardia Civil de Tráfico que precede a una hilera de más de media docena de vehículos oficiales. La veintena de agentes de la Policía Nacional que desde hace más de una hora controlaban la calle, se disponen ahora junto a las vallas que marcan el territorio de los en torno a dos centenares de personas que quieren presenciar la llegada de los Reyes a Ibiza. Es el primer contacto del público con Felipe VI y Letizia. Es el momento de máxima alerta para los integrantes de un dispositivo de seguridad que funciona con la precisión de un reloj.

Los Reyes van flanqueados en todo momento por los miembros del equipo de seguridad personal. El control de que todo transcurra con normalidad en el entorno es cometido del dispositivo desplegado por la Policía Nacional.

Noticias relacionadas

A las dotaciones de Seguridad Ciudadana se suman efectivos especiales que controlan cualquier movimiento sospechoso desde la distancia. Hay agentes apostados en las azoteas próximas y también entre las oliveras que se alzan en el entorno de la Necrópolis.

Control exhaustivo
Los accesos al entorno del Museo Monográfico y Necrópolis de Puig des Molins se habían restringido desde 60 minutos antes. Y ya en Vía Púnica, los agentes inspeccionan las mochilas y bolsas de los reporteros gráficos y personas que van a acceder al recinto. Lo hacen con la ayuda de unidades caninas. Tras las exhaustivas comprobaciones, los agentes dan el plácet.

La visita real moviliza a decenas de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y también de la Guardia Civil. Los efectivos de Tráfico forman parte del operativo que controla el traslado de la delegación desde Vila a Sant Antoni. Los movimientos se ajustan con precisión a las horas marcadas. Los agentes del Instituto Armado se encargaron de controlar la seguridad en el segundo tramo de una visita real resuelta sin sobresaltos.