Un momento del operativo de los agentes de la Polciía Local de Vila en el conocido como el Mirador de Cas Mut de la ciudad de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Este viernes por la noche entraron en vigor las nuevas normas de obligado cumplimiento que ha decretado el Govern balear para intentar frenar el alarmante avance del coronavirus en las cuatro islas de Baleares. Entre ellas están el uso obligatorio de mascarilla en todo momento, el no poder fumar en ningún espacio público, el cierre de playas y parques desde las 21.00 a las 07.00 horas, la limitación de 10 personas en encuentros familiares y sociales, la reducción de los aforos de los bares y restaurantes o la prórroga del cierre del ocio nocturno.

Durante los primeros operativos llevados a cabo por distintas policías locales de la mayor de las Pitiusas la Policía Local ya impuso las 13 primeras denuncias a gente que no cumplía las normas.

Según informó ayer el Ayuntamiento de Ibiza mediante una nota de prensa, tres de estas denuncias se hicieron a locales de ocio de la ciudad. Dos de ellos fueron sancionados por incumplir el horario de cierre, establecido a la 01.00 horas de la madrugada, mientras un tercero, que hacía las veces de local de bar de copas, tuvo que ser desalojado y cerrado por los agentes. Ahora los dueños de éste último se enfrentan a una infracción muy grave que puede llegar a ser sancionada con una multa económica que oscila entre los 60.000 y los 600.000 euros.

Además, los agentes de este operativo, que se llevará a cabo jueves, viernes y sábado, pusieron otras ocho sanciones por incumplir el uso obligatorio de las mascarillas y otras dos más por el incumplimiento de fumar en todos los espacios públicos. Una de ellas a una ciudadana que lo hacía en la vía pública y la segunda a una mujer que fumaba en la terraza de un establecimiento.

Paseo de ses Figueretes
El operativo de la Policía Local de Vila se desarrolló fundamentalmente en el Paseo de ses Figueretes y en el mirador de Cas Mut.

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En la primera zona algunos residentes ya llevan tiempo denunciando que el uso de la mascarilla no es muy habitual entre mucha gente hasta que aparece una patrulla policial. Por ello, y al ser el primer día, los agentes hicieron bastante labor de pedagogía entre los que se encontraban en la zona aunque también se pusieron las primeras multas que ascienden a los 100 euros.

También se explicó la nueva normativa anti tabaco a una pareja de turistas que salieron de un bar y la desconocían y en el caso de los que turistas o residentes que aún quedaban en las playas en torno a las 22.00 horas se les instó de forma tranquila que abandonaran el lugar.

En este sentido, desde Administracions Públiques del Govern balear se ha señalado que durante estas primeras horas de entrada en vigor de las nuevas normas «los operativos diseñados por la Administración autonómica perseguirán fundamentalmente a aquellos que más deliberadamente decidan saltarse la normativa poniendo en riesgo a una parte importante de la población».

Mirador de Cas Mut
Mientras, en el conocido como mirador de Cas Mut, en la ciudad de Ibiza, el perfil de los ocupantes cambió radicalmente con respecto a Ses Figueretes.

Tal y como explicaron el viernes desde la Policía Local de Vila, «es un lugar muy conocido y frecuentado por jóvenes de entre 18 y 25 años que acuden para hacer botellón cuando cierran los locales de ocio, en torno a la 01.00 horas, y los hay incluso que van muy preparados, con todo tipo de alcohol y hasta cachimbas para fumar».

A su llegada al lugar, los agentes se coordinaron para pedir la documentación a los allí presentes, ver si se cumplían la distancia de seguridad y aforo en los grupos, el uso de la mascarilla y por supuesto la prohibición de fumar y consumir en la vía pública.