Un mínimo de cuatro horas tuvo que estar una vecina de Cala Vedella sin poder ir a trabajar por culpa de un coche que bloqueó su vivienda al aparcar en zona prohibida | A.R.

Toda una jornada de trabajo de tres personas perdida por el caos de aparcamiento en Cala Vedella y la falta de efectivos de la Policía Local de Sant Josep. Este es el balance de una jornada de «impotencia» que le tocó vivir ayer a una vecina de Cala Vedella, Antonia Riera, y a dos de sus trabajadoras, que vieron cómo un vehículo aparcado en una zona prohibida, y que tapaba la salida de su domicilio, les impedía poder desarrollar con normalidad su jornada laboral y, de paso, ponía en evidencia la carencia de efectivos policiales en el municipio.

Según denunció esta vecina, al tratar de salir de su casa para dirigirse a su puesto de trabajo junto a dos de sus trabajadoras se encontró que un coche, aparcado en una calle donde está prohibido el aparcamiento, justo en la primera línea de playa, le bloqueaba la salida de su plaza de aparcamiento.

Tras pasar un buen rato tocando el claxon para que el propietario del vehículo se acercara a retirarlo, optó por llamar a la Policía local para que procediera a moverlo «ya que en toda esa zona está prohibido el aparcamiento, aunque en los meses de verano se llena de vehículos al no haber lugares habilitados para el aparcamientos».

Su sorpresa llegó cuando el agente que le atendió al teléfono le indicó que, como mínimo, debería esperar una hora «porque sólo había una patrulla y en esos momentos se encontraba atendiendo un accidente de tráfico». Esta llamada se produjo alrededor de las 14 horas.

Más de dos horas después, y al ver que no se personaba ningún agente, Antonia Riera volvió a llamar a la Policía Local y las respuesta fue, si cabe, más sorprendente que la anterior: aún no había ningún agente disponible y difícilmente podría ser atendida en un corto espacio de tiempo.

Numerosos turistas que se encontraban en la playa trataron de ayudar a mover el coche para poder desbloquear el vehículo de la vecina de Cala Vedella, pero el resultado fue infructuoso.

Finalmente, a las 18.30 se personó una patrulla de la Policía Local que procedió a multar a todos los vehículos mal estacionados y a requerir la grúa para que se llevara el vehículo que impedía el paso. Y la playa aplaudió.