Fernando Jesús Bayón ofició su primera misa en Sant Jordi. | Marcelo Sastre

El nuevo sacerdote de la Diócesis pitiusa, Fernando Jesús Bayón, ofició ayer domingo su primera misa en la parroquia de Sant Jordi, su pueblo natal. Numerosos feligreses y amigos acompañaron al nuevo párroco en este estreno tan especial.

«Llegó el gran día. Por fin he podido venir a mi parroquia a presidir la Eucaristía. El Señor me ha concedido este gran regalo», dijo a los asistentes nada más comenzar la misa.
El nuevo capellán estuvo acompañado por el padre Marcelo y por el coro parroquial de Sant Jordi, cuyas componentes estaban especialmente emocionadas al poder cantar de nuevo en una celebración tras año y medio de pandemia.

Un sentimiento de emoción también compartido por vecinos del pueblo como Margarita, quien aseguró que suele venir a misa por las tardes, aunque ayer hizo una excepción para poder acompañar al sacerdote puesto que es un «honor y una alegría» que se ordene un joven del pueblo.

En el mismo sentido se expresaron sor Carmen Vargas y sor María Torres. Ambas destacaron la importancia de que haya nuevas ordenaciones.

Noticias relacionadas

En su homilía, Bayón se centró en varias ideas surgidas en relación a las lecturas del domingo. Principalmente, animó a las asistentes a reflexionar sobre aquello que Dios le pide a cada uno y qué camino le marca en la vida. También a compartir con los que menos tienen.

«Cuando nos vamos haciendo mayores, parece que lo único que queremos es poseer bienes, tener dinero porque da seguridad. Tenerlo todo bajo control, pero al final es errar en esa confianza en el Señor», dijo en su sermón, animando a todos a «trabajar esa confianza».

A punto de acabar la celebración, el padre Marcelo reconoció que andan «muy felices» en la parroquia con la ordenación del joven ibicenco «tras muchos años de estudio». Entre otras cosas, recordó a los feligreses de Sant Jordi que otros miembros de la comunidad también estaban encaminando su futuro hacia labores eclesiásticas, personas «que dan el paso». Asimismo, destacó que en unos días más de 150 niños de Sant Jordi comenzarán las catequesis.

Tras la celebración, y con poco tiempo para departir con sus feligreses, el padre Bayón no paró de recibir felicitaciones de vecinos o familiares antes de dirigirse a otra parroquia de Ibiza. «Es lo que tiene ser un cura joven», bromeó.