Blanca Pérez-Sauquillo. | Marcelo Sastre

Convencida de la fuerza que tiene la marca Ibiza, Blanca Pérez-Sauquillo (Valencia, 1975) asegura que la forma de viajar va a cambiar después de la pandemia. Por ello, los destinos turísticos deben adaptarse a los nuevos tiempos y realizar una gran labor de promoción y marketing. Su éxito, según asegura, dependerá de si saben o no ajustarse a esos cambios.

-¿Sirven eventos como en el VIII Foro de Turismo de Ibiza?

-Me parece una iniciativa estupenda porque siempre es importante y más, con todo lo que ha generado la pandemia. Que se faciliten estos espacios para poner buenas prácticas en común, distintas iniciativas o experiencias, y se dé a conocer al sector turístico lo que está pasando, pienso que es una iniciativa estupenda.

-¿Cree que estos foros son más necesarios que nunca?

-Efectivamente. Ante una situación de crisis, hay que reinventarse, ser imaginativos y creativos y hacer las cosas de una manera diferente. Si alguien ya se ha lanzado y lleva la iniciativa, es bueno conocer esas experiencias. El de Ibiza, era un programa muy completo ya que no es fácil juntar en un panel tanta experiencia y conocimiento. Era una oportunidad estupenda.

-¿En qué consiste su labor como subdirectora general de Marketing Exterior de Turespaña?

-Somos un organismo autónomo dependiente de la Secretaría de Estado de Turismo y tenemos dos misiones principales: posicionar la imagen de España como destino turístico en los mercados internacionales y ayudar a los destinos españoles y a las empresas. Se trata de ayudarles a vender, ponerles en contacto con intermediarios, operadores en mercados emisores y lograr que puedan ofrecer sus servicios y productos. En mi caso, actúo en la primera parte y dirijo la estrategia del organismo, que está muy descentralizado puesto que tenemos 33 oficinas en todo el mundo. Queremos posicionar la imagen de España como destino, coordinando toda esta labor.

-¿Qué necesita la marca Ibiza?

-Es una de las marcas de destino españolas con más reconocimiento internacional, sobre todo en mercados europeos maduros y de proximidad. También se está posicionando muy bien en mercados internacionales como el americano. Por ello, diría que no hay que bajar la guardia y debemos seguir apostando porque el consumidor va evolucionando y se dice que las marcas deben hacerlo con él. Se dice también que las marcas no son propiedad de los destinos, sino del consumidor. En ese sentido, es una carrera de fondo y un trabajo del día a día con el que nunca uno se puede conformar. Animaría a seguir trabajando en la línea actual con la que se está consiguiendo una imagen, antes asociada al turismo del ocio nocturno y ahora también a un destino familiar que apuesta por diversificar la oferta. La marca Ibiza debe seguir por ese camino.

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-Marcas como Ibiza, ¿tendrán la misma fuerza tras la crisis de la covid?

-No tenemos una bola de cristal para ver qué va a pasar o cómo va a evolucionar la situación. Las marcas tienen que adaptarse y, con la pandemia, estamos viendo que se generan nuevos patrones de comportamiento entre el consumidor. Comunicar la seguridad del destino como un atributo fundamental de la marca turística puede suponer importantes ventajas en relación a competidores directos. Así, las marcas van a tener que poner énfasis en determinados atributos que antes se daban por hecho o no se trabajaban de la misma manera. También otro atributo cada vez más importante es la sostenibilidad, porque el consumidor está más concienciado con toda la huella que deja su experiencia viajera y eso, las marcas deben cuidarlo.

-La nueva variante de la covid ya ha producido cancelaciones o cambios en reservas turísticas, siendo uno de los primeros sectores afectados. ¿Es muestra de su debilidad?

-Todas las barreras que están afectando a la movilidad, que es una de las consecuencias directas de la pandemia, afectan a su vez y en primera persona al sector. En el caso del turismo, los efectos de estas situaciones son palpables de un día a otro, con ese hecho de que un país pase de una lista a otra por la incidencia o por las regulaciones. No hay duda: la pandemia afecta al turismo porque es un sector más sensible que otros. Al mismo tiempo, en el lado opuesto hemos visto que, en cuanto se abren las fronteras o las restricciones, se reactiva con rapidez.

-Si en un destino hay polémicas por una tasa turística o por la regulación de un turismo de cruceros, ¿estas polémicas son contrarias a un buen marketing?

-Las regulaciones en cada territorio son competencia de las propias comunidades y ahí no voy a opinar. Sí que hay que ser coherente con su estrategia de marketing y en ese sentido se debe guardar esa coherencia para que una estrategia sea satisfactoria. A veces es difícil porque es un sector muy sensible a los cambios y a las distintas coyunturas. El éxito de una experiencia de marketing es fijar un horizonte claro e irse moviendo para conseguir ese objetivo, pero con coherencia.

-¿Cómo se ven las islas, Ibiza en concreto, desde el extranjero?

-Las islas son un destino internacional de primer orden. Acaban de publicarse los últimos datos de estadísticas que hablan de movimientos y de gastos que deja el turismo y en octubre Baleares ha sido la comunidad que más turismo internacional ha recibido. Siempre está en los primeros puestos porque representa muy bien el producto estrella de España como destino turístico. A su vez, Baleares está trabajando en esa diversificación y no en posicionarse sólo como un destino de sol y playa, sino que lo compagina muy bien con una apuesta por el turismo de naturaleza o de gastronomía. Tiene los atributos para ser un destino turístico de primer orden.

-Buscan también atraer al usuario del turismo MICE.

-Efectivamente ocupa un papel muy importante en nuestra estrategia de marketing a largo plazo. Madrid o Barcelona son líderes en este sector, no sólo en Europa, sino en el mundo. Es un tipo de turismo que va a tardar un poco más en recuperarse, pero hay que empezar a trabajarlo desde ya. Nunca he dudado de que el turismo es un bien, una actividad ligada a la propia naturaleza de las personas. Las preguntas que debemos hacernos es cuándo se va a recuperar del todo porque estamos sujetos a una volatilidad enorme y ahora esta nueva variante de la covid nos está trastocando las previsiones que teníamos. Se va a viajar, pero de manera diferente. Vemos ya patrones de comportamientos que nos hacen pensar que los viajes del futuro serán diferentes y el éxito de los destinos dependerá de si saben adaptarse a esos cambios.