Un coche de la Policía Nacional. | Archivo

La Audiencia Provincial de Madrid condena a los integrantes de un entramado de prostitución, malos tratos y amenazas por el rito vudú. Sin embargo, los máximos responsables de la red no se sabe dónde están o aprovecharon el parón de la Justicia durante la covid para salir de la cárcel y fugarse, según el medio El Confidencial.

La resolución judicial describe la conexión entre la prostitución y las mafias de la inmigración, que se sirven de la miseria en países africanos para satisfacer la demanda de sexo barato en Europa en un marco de explotación y esclavitud.

Los médicos forenses que han explorado a alguna de las víctimas, apreciaron comportamiento de inhibición, irritación, silencios y mutismos, un cuadro típico en víctimas de abuso.

La red captó al menos a nueve chicas, varias de ellas menores de edad. El relato de hechos de la sentencia detalla la experiencia personal de cada una. El periplo de estas mujeres empezó a torcerse muy pronto. Tras varios tumbos, y antes de que varios hombres les proporcionaran un pasaporte con el nombre de otra persona sobre la fecha de vuelo con destino Madrid e Ibiza, la bienvenida de estas mujeres a Europa fue un campo de refugiados.