Muchos de los comerciantes de la avenida Isidor Macabich y calles aledañas se sienten enjaulados por las obras. | Daniel Espinosa

Los trabajos de la remodelación de la avenida Isidor Macabich, en Vila, han llegado ya a la zona comercial de esta calle. Y, según denuncian los propietarios de estos negocios, están afectando gravemente a la marcha de los mismos. Sobre todo porque los clientes que llegan en coche no tienen dónde aparcar y los que lo hacen caminando encuentran difícil transitar por una calle en obras y en la que es complicado cruzar por culpa de las vallas.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes de Isidor Macabich, Marta Tur, explicó este viernes, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, que «ha bajado mucho el cliente directo porque hay menos paso de gente». En su caso, el negocio «sigue funcionando» porque trabaja «sobre todo con encargos». Sin embargo, la falta de aparcamiento para los clientes, ha llevado a Tur a activar un servicio de entrega a domicilio, con el fin de evitar la pérdida de ingresos. «Nosotros nos salvamos porque nuestros productos son por encargo», señaló, «ahora trabajamos mucho por teléfono para evitar que la gente tenga que venir aquí y no pueda ni aparcar. La verdad es que la mayoría de nuestros clientes se quejan de que no hay aparcamiento».

Sobre esta falta de zonas para estacionar, Tur indicó que el Gobierno del socialista Rafa Ruiz se ha comprometido con los comerciantes a buscar una solución. Desde el inicio de las obras, es posible aparcar una hora gratis en el aparcamiento del CETIS. Sin embargo, «esto no está llegando al cliente final», lamentó Marta Tur.

Los repartidores

La presidenta de los comerciantes, por otro lado, denunció que los trabajos de la reforma, además, están perjudicando gravemente a los repartidores de mercancías. «Las zonas de carga y descarga están ocupadas por las obras y los repartidores tienen problemas para hacer su trabajo», aseguró, «están pidiendo que haya más vigilancia policial precisamente para poder solucionar esta situación». Tur, finalmente, se preguntó por qué el Ayuntamiento ha activado esta reforma «justo ahora» y «no en 2021 o en otro momento».

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Más contundente en sus críticas fue Adelaida Molina, propietaria de una tienda de ropa que abrió sus puertas en Isidor Macabich hace más de tres décadas. Molina aseguró que buena parte de las molestias que están causando las obras en plena temporada turística se hubieran podido evitar si los trabajos «hubieran comenzado cuando estaba previsto y no meses más tarde». «Venimos de dos años de pandemia», recordó, «y, ahora que podíamos levantar cabeza, resulta que no podemos hacerlo porque están las obras». Esta comerciante mostró su indignación ante la decisión del Gobierno del socialista Rafa Ruiz de ejecutar otras obras en Ignasi Wallis con tres turnos de trabajo y durante las 24 horas. «¿Por qué en Wallis sí y aquí no?», se preguntó. Y añadió: «Desde que empezaron las obras, aquí ni se recoge la basura ni se limpia. Lo lógico sería que, al menos, el Ayuntamiento no nos cobrara estos impuestos». Molina, además, exigió al Consistorio «ayudas» para que los comerciantes puedan superar esta etapa porque, denunció, «hay gente que se está buscando un segundo trabajo porque ahora mismo no pueden ni pagar el alquiler de sus locales y están parados por culpa de las obras».

Adelaida Molina exige al Ayuntamiento ayudas para los comerciantes.

Adelaida Molina descartó que el aparcamiento gratis durante una hora en el CETIS sea una solución para los clientes porque «los turistas ni saben que eso existe». «Mis ventas han bajado mucho, como las de los demás», insistió, «pero el Ayuntamiento te sale con cosas como que ahora van a poner juegos de ajedrez y cuentacuentos para informar a la gente. No admiten ni una crítica porque Rafa Ruiz siempre piensa que él lo hace todo perfectamente».

Las obras han afectado también gravemente a la perfumería Aromas, cuya propietaria, Mónica Ferrer, explicó que sus productos «no son de primera necesidad» por lo que «los clientes, ante la situación por las obras y la falta de aparcamiento, no entran». Ferrer considera que en Isidor Macabich hay «un problema de movilidad que el Ayuntamiento nunca ha sabido resolver» y añadió que la situación creada por la reforma «es solo una decisión más dentro de un montón de malas decisiones tomadas a lo largo de los años».

«En una de las reuniones con el Ayuntamiento», explicó a modo de ejemplo, «yo denuncié la falta de papeleras y se me respondió que está estudiando estadísticamente que, cuantas menos papeleras haya, menos suciedad. Ante esta respuesta, ¿qué puedes decir?».

El TPV a la calle

Dicen que la necesidad agudiza el ingenio. Y así lo ha puesto en práctica el propietario de la librería Sa Cultural, Pedro González. Ubicada en la calle Abad y Lasierra, esta librería se está viendo también afectada por la remodelación de Isidor Macabich. «Estamos notando una bajada de clientes», lamentó González, «además de retrasos en las entregas por parte de los transportistas». Ante esta situación, ha decidido activar un sistema de compras y entregas que le permita hacer frente al problema: «Los clientes pueden hacer los pedidos por teléfono y los recogen en la calle, se quedan en el coche y nosotros se los sacamos y vamos con el TPV por si quieren pagar con tarjeta». Es la alternativa que, de momento, han puesto en marcha ante una situación que les afecta especialmente porque sus clientes «suelen entrar en la tienda a comprar un libro y muchas veces se llevan otros y ahora eso no pueden hacerlo». «De todos modos», concluyó, «nuestra clientela es muy fiel y siguen apoyándonos».