La Colla de l’Horta tiene el futuro asegurado gracias al buen hacer y las ganas que le ponen sus más jóvenes balladors. | Irene Arango

Los habitantes del pequeño pueblo de Nuestra Señora de Jesús, perteneciente al municipio de Santa Eulària, pueden respirar tranquilos. El futuro de la localidad así como el de las tradiciones, el baile y la música pitiusa, están a buen recaudo viendo la gran cantidad de niños que este jueves se dieron cita para celebrar el día de su patrona, la Mare de Déu.

Es cierto que este jueves 8 de septiembre los pequeños han apurado los últimos días de vacaciones, pero fue llamativo el gran número de niños y niñas de distintas edades que había en el entorno de la plaza y en el pórtico de la iglesia. Desde las más pequeñas, las gemelas Emma y Lola de apenas un año de edad, hasta adolescentes cada vez más precoces, todos llenaron de alegría el lugar para regocijo de sus familiares y de la concejala de Jesús, Marilina Bonet, que no paró de sonreír en toda la jornada viendo lo bien que estaba saliendo todo y el éxito de público tras años complicados marcados por el coronavirus.

Niños muy activos

Además, la mayoría de los niños y niñas participaron activamente. Sobre todo dentro de sa Colla de l’Horta, quien presumió de balladors de muy corta edad y de tener el futuro garantizado.

Brilló especialmente Mateu Domínguez Palau, por ser el más pequeño con su año y medio y por estar muy bien acompañado de su madre Silvia, también balladora, pero también demostraron su buen hacer durante la demostración de ball pagès otros como Marc, Álex, José o Miguel, todos con apenas 7 años y dignos herederos de otros miembros del grupo y de su fundador y presidente desde 1978 hasta 2018, Vicent Ramon.

Todo ello ante la mirada atenta de sus orgullosos progenitores que no cabían en sí de gozo, como la ex directora del colegio Puig d’en Valls, Edu Sánchez Meroño, quien presumía de Julia, su nieta y otra de las niñas que promete descendencia en la colla.

Al margen del ball pagès también brillaron dos de los pequeños músicos que formaron parte de la delegación de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo que como cada año se desplazó a Jesús para participar en el día de la Mare de Déu.

Ellos fueron Ángel de 8 años y Edwin de 7, quienes demostraron su buena mano con el tambor a pesar de los nervios lógicos de marchar ante el numeroso público presente abriendo la procesión acompañados de compañeros y compañeras también de corta edad.

En total unos 20 componentes de una agrupación musical que sigue presidiendo Vicente Nadal y que como el mismo explicó a Periódico de Ibiza y Formentera sigue muy viva, demostrando un gran nivel allá donde va, «a pesar de que con la pandemia perdieron muchos de sus componente y otros han tenido que dejarlo por tenerse que ir fuera de la isla o ponerse a trabajar durante la temporada de verano».

Misa con el Cor des Pla de Jesús

Antes de todo, la jornada comenzó a las 11.00 horas con una misa solemne en la iglesia del pueblo en honor a la la Mare de Déu.

Una ceremonia que se desarrolló entre un intenso calor que ni los ventiladores funcionando a todo volumen pudo sofocar y que fue amenizada por las preciosas voces de una veintena de cantantes del Cor des Pla de Jesús.

Precisamente, el coro, dirigido por Miguel San Miguel, interpretó para el deleite de los asistentes, la Misa Júbilo que el propio director compuso hace unos años, y los tradicionales Gossos de la Mare de Déu, que solo se cantan en la iglesia de Jesús en fechas señaladas y que tienen letra de Isidor Macabich.

Además, durante la ceremonia el obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, volvió a demostrar su gran cercanía con los feligreses. Siempre con una sonrisa en la cara saludó públicamente a todos los asistentes, desde las autoridades a los obreros de la parroquia, tuvo palabras de agradecimiento para el actual cura del pueblo, Marcelo Gabriel Jofré por su trabajo durante estos últimos meses, y recordó la historia de la iglesia del pueblo como lugar de peregrinación de muchos vecinos de Ibiza que venían a pedir el favor de la Madre de Dios.

Incluso, Ribas, recordó su especial vínculo con este templo y con el espectacular retablo situado junto al altar y que se remonta a su primer año como capellán cuando al mirar a la imagen de la Madre de Dios se planteó «qué hacemos aquí y cual era su ofrecimiento para alimentar nuestras vidas».

Procesión, orelletes y carros

Después, y antes del ball pagès, hubo procesión por las calles cercanas a la iglesia del pueblo.
Como suele ser habitual en Jesús, fue corta de tiempo, siempre bajo el repicar de las campanas, y en ella participaron ocho imágenes precedidas por el presidente del Consell, Vicent Marí, la alcaldesa de Santa Eulària Carmen Ferrer y la concejala del pueblo, Marilina Bonet, encargados de abrir la comitiva portando la gran bandera del pueblo.

De todas las imágenes, la que más brilló fue la patrona del pueblo, la Mare de Déu, marchando la última orgullosa entre flores y portada por un grupo de balladoras de Sa Colla de l’Horta que desafiaron al intenso calor con sus preciosos trajes tradicionales.

Finalmente, tras el espectáculo de ball pagès, la mañana de fiesta concluyó con una degustación de orelletes que hizo las delicias de muchos de los presentes teniendo en cuenta que era casi la hora de comer, y un precioso desfile de carros engalanados.