Imágenes del estado actual de Casa Lola.

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha dado este martes por concluida la demolición del complejo turístico ilegal de Casa Lola, al que se accedió hace poco más de un mes con autorización judicial para cumplir las sentencias judiciales que avalan el derrumbe de todo lo que se construyó sin licencia. «El trabajo se ha alargado más de lo previsto, pero es que dentro de los muros de Casa Lola, que no habíamos podido traspasar en años, era difícil saber lo que había dentro con exactitud a la hora de ejecutar subsidiariamente el trabajo de restitución del terreno», ha explicado el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero.

En el interior tan solo queda parte de la construcción original, de menos de 200 metros cuadrados, de la que se había alterado la estructura, así que se le han suprimido los elementos no autorizados como las cubiertas y los muros inferiores pero se han respetado las paredes perimetrales, que sí tenían licencia.

De esta manera, se han demolido 2.490 metros cuadrados de edificaciones cerradas, con un volumen de unos 6.800 metros cúbicos de escombros. A esto se han añadido 514 metros cuadrados de muros perimetrales y paredes, dos piscinas de 322 metros cuadrados en total, los pavimentos de terrazas y plazas en el interior de la finca, que suman otros 3.900 metros cuadrados, y los pavimentos exteriores y caminos de la propiedad, que suman otros 2.100 metros cuadrados más.

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En estos momentos los operarios repasan la zona de trabajo para comprobar la retirada de los escombros y los residuos generados, revisando por última vez que se han inutilizado las instalaciones no autorizadas en el interior de la propiedad y los diversos volúmenes edificados irregularmente, agrupados principalmente en tres alas, conocidas como Casa Lola, Casa Lolita y un espacio de bungalows alrededor de una piscina. Cabe destacar que durante la demolición también se han rellenado los huecos de las piscinas y se han regenerado las pendientes alteradas para las obras.

Al final las obras se revisará el coste total de la operación en relación a la adjudicación que se hizo, calculado en base a las estimaciones hechas según la información de la que disponía el Ayuntamiento sobre las demoliciones a llevar a cabo.

Esta cantidad se reclamará a la propiedad dentro del expediente sancionador iniciado a raíz de las ilegalidades detectadas, que ya rozaba el millón y medio de euros antes de la ejecución subsidiaria de las demoliciones. El alcalde ha recordado que «los ciudadanos de Sant Josep no pagarán un céntimo de la demolición de este recinto, tenemos mecanismos para reclamar a los responsables de las ilegalidades que se han cometido en Casa Lola y ya están en marcha para poder cobrar cuanto antes la reparación del daño que han hecho».