Los jínjoles son una fruta parecida a una manzana de dimensiones reducidas, de sabor dulce con trazas ácidas. | Marina Yeste

Que el verano se ha terminado ya es un hecho. Este viernes oficialmente se ha dado paso al otoño y en los puestos que habitan los mercados de Ibiza también están renovando su stock para recibir a esta nueva estación.

En el puesto Fruta i Camp, uno de sus encargados, Moha, explicó este hecho. «Esta semana estamos todavía vendiendo de todo pero ya estamos cambiando las frutas de verano a otoño», señaló el joven a Periódico de Ibiza y Formentera. «Ya estamos empezando a recibir el nuevo stock», finalizó.

Nueva época

Entre los nuevos productos llegados a los mercados ibicencos destacan dos sobre el resto: las chirimoyas y los jínjoles.

Las primeras son bien conocidas en época de otoño y podemos encontrarlas alrededor de los 3,90 euros el kilo en la mayoría de los puestos de frutas y verduras.

Esta fruta, además de su textura cremosa y ser ligera, es rica en fibra y vitamina C lo que le convierte en un buen antimicrobiano y antioxidante natural.

Aunque no es una fruta del gusto de todos, a los que sí les gusta no dudan en aprovechar la temporada para buscarla en fruterías. «A mi me encantan. Le tengo un cariño especial porque mi madre siempre tenía en casa y a veces preparaba una especie de mousse con ella», señaló por otra parte Margarita, una vecina de la zona.

Los jínjoles, en cambio, es una fruta con forma de pequeña manzana muy característica de las zonas del Mediterráneo y una gran desconocida para muchos. «Es muy típica aquí en Ibiza y en otras zonas de Valencia. Solo la gente más mayor la conoce», afirmó Moha. A los fanáticos de esta fruta no les resultará tarea fácil dar con ella ya que solo unos pocos puestos, como en este caso Fruta i Camp, cuentan con stock. Pese a su alto precio, entre 6 euros y 6,5 euros el kilo, es una de las frutas más reclamadas por ibicencos.