Imagen de archivo de un autobús escolar en su ruta por el municipio de Santa Eulària.

Varios padres de alumnos matriculados en los centros educativos de Santa Eulària denuncian incidentes e irregularidades en el servicio de acompañantes del transporte escolar del municipio. Según los afectados, la gota que colmó el vaso fue un percance que sucedió la semana pasada, cuando alrededor de 50 niños tuvieron que esperar a sus familiares más de una hora en los colegios porque la monitora no se presentó.

«Al día siguiente tuvimos otro susto. Por una mala organización, los pequeños se volvieron a quedar solos dentro del vehículo, frente a la puerta del CEIP Venda d’Arabí», señalaron a Periódico de Ibiza y Formentera. En este sentido, explicaron que la organización que desempeña Adecco, empresa concesionaria del servicio de acompañantes en los autobuses, es «deficiente». «Los monitores se ausentan o abandonan los autobuses escolares ante cualquier contratiempo o imprevisto», destacó Cristina con indignación, haciendo hincapié en que la cadena de custodia no funciona correctamente.

Denuncias

Según esta madre, los padres afectados llevan mucho tiempo denunciando esta problemática ante Educación, administración encargada de contratar estos servicios escolares. Explicó que desde la Conselleria siempre se acogen a que Adecco es la única empresa que se presenta al procedimiento de licitación. No obstante, a principios de este año, una situación similar de abandono escolar ocurrió en Mallorca. Una incidencia que obligó a la Conselleria a abrir un expediente a la empresa responsable de los monitores acompañantes.

No es un hecho aislado

Según Lourdes, otra de las madres afectadas, este suceso no es un hecho aislado. Los padres llevan años sintiéndose indefensos ante la incertidumbre de no saber si sus hijos podrán regresar a casa en autobús escolar o si ellos mismos tendrán que desplazarse al centro. «Los niños tienen derecho a los servicios mínimos que posibiliten la acogida y la atención escolar. No puede ser que en cada turno solo trabaje un monitor», subrayó esta mujer, madre de dos niños con autismo que necesitan recibir un tipo de atención concreta.

En este sentido, subrayó que estos acompañantes no están cualificados, que no tienen ningún tipo de formación previa para ejercer este cargo. Sin ir más lejos, esta mujer reconoció que desde la asociación social, a la cual pertenece, quisieron colaborar en la formación de estos ‘educadores’ para que ellos mismos sean conscientes de la importancia del acompañamiento escolar.

«Hemos hecho todo lo posible para intentar que nuestros hijos dispongan de estos servicios mínimos. Nuestro objetivo es que la inclusión educativa sea toda una realidad durante toda la cadena de custodia», apuntó. En esta línea, los padres afectados enviaron las incidencias a los tres colegios que abarca esta ruta escolar para trasladarles su preocupación. Además, Cristina señaló que también se puso en contacto con Marisol Ferrer, concejala de Cultura de Santa Eulària, para compartir estas irregularidades. «Me expuso que desde el Ayuntamiento también exigirán explicaciones a Educación en base a estas incidencias», explicó.

Según esta mujer, el itinerario cubre cuatro paradas –S’Argamassa, Cala Pada, Niu Blau y Es Canar– y tres centros –el CEIP Santa Eulària, CEIP Venda d’Arabí y CEIP Sant Ciriac. En este sentido, destacó otra de las situaciones más preocupantes que llegaron a vivir el curso pasado.

«Otro problema relacionado con la falta de organización, hizo que la monitora se tuviera que ausentar, dejando ‘tirados’ a los pequeños en la carretera de Cala Pada durante unos minutos sin ninguna supervisión», subrayó esta mujer. Asimismo, Lourdes subrayó que estos monitores no tienen ningún control sobre la cantidad de niños que tienen que subir al autobús, ni el número de pequeños que tienen que bajar en cada parada. «No disponen de ninguna lista con los nombres. La situación es muy preocupante y estamos intranquilos cada día», apuntó.

El apunte

«Los monitores han de adaptarse a los servicios y organizarse»

La inseguridad de los padres por las insuficiencias del servicio de acompañantes del transporte escolar se ha transmitido a Educación varias veces, según los familiares afectados. Desde Conselleria señalaron a este medio que durante el inicio de curso, los monitores tienen que adaptarse a los servicios y organizarse para que todo funcione correctamente. «Los contratos a los acompañantes son de pocas horas, muchas veces no les parece rentable    y crean bajas en el servicio, que se van sustituyendo. Explicaron que cualquier irregularidad se tiene que trasladar a la Conselleria para poder actuar».    Por su parte, desde el Ayuntamiento de Santa Eulària apuntaron que el transporte escolar es competencia de Educación. «Cuando hemos tenido conocimiento de situaciones de este tipo, lo que hacemos siempre es llamar a la delegación de Educación para informar de cualquier irregularidad. A partir de ahí, sabemos que se van solventando situaciones puntuales, pero sobre si hay que recurrir a otra empresa o no o qué medidas de presión se pueden adoptar, son situaciones que corresponden a Educación. La Conselleria es la que debe actuar», apuntaron fuentes municipales.