Agentes de la Guardia Civil en el escenario del suceso. | Daniel Espinosa

Las investigaciones realizadas por la Policía Judicial de la Guardia Civil descartan la caída accidental y todo apunta a que la joven turista británica fallecida el domingo en Cala de Bou tras caer desde un segundo piso se quitó la vida.

A la espera de los resultados de la autopsia, tras analizar el escenario de los hechos y recabar las declaraciones de la pareja de la víctima y de otros testigos, la investigación se decanta por una muerte voluntaria sin la implicación de terceras personas.

Tal y como avanzó Periódico de Ibiza y Formentera en su edición digital del domingo, los hechos ocurrieron poco antes de las 09.00 horas en el hotel Rosamar, establecimiento ubicado en Cala de Bou, en Sant Josep.

Fue la pareja de la víctima, una joven turista británica de 24 años, quien alertó del trágico suceso.
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Tras recibir la alerta, hasta el escenario de los hechos se desplazaron dos ambulancias del 061 y varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Sant Josep.

Los equipos de emergencia trataron de reanimar a la mujer, pero las lesiones sufridas por el impacto al caer desde una altura de unos 9 metros resultaron mortales. Los intentos por reanimarla no tuvieron resultados.

Hasta el lugar se desplazó un retén judicial que certificó la muerte de la mujer y abrió una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la caída.

El caso queda pendiente de los resultados de la autopsia practicada este lunes.