Tramo en el que este lunes por la tarde los operarios estaban levantado la grava que ya estaba asentada para asfaltar. | Daniel Espinosa

Los retrasos en las obras de la avenida de Isidor Macabich han sido un desastre para los comerciantes de esta arteria estratégica de la ciudad de Ibiza durante las pasadas Navidades. Esperaban que parte de la calle fuera asfaltada a lo largo del mes de diciembre y salvar así la temporada navideña. Sin embargo, el anuncio que les había formulado el Ayuntamiento de Eivissa no se cumplió y ayer, 9 de enero, la grava seguía siendo dueña de la calzada, provocando problemas para quienes circulan en silla de ruedas o para los que llevan carritos de bebé.

Que las Navidades no iban a ser boyantes en los establecimientos de la avenida Isidor Macabich es algo que pocos ponían en duda.
Fotos: Daniel Espinosa.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes de Isidor Macabich, Marta Tur, aseguró que el Gobierno municipal les había informado de que «ha habido algún problema con algún tramo de la calle» a la hora de asfaltar. Y es que, según Tur, «se hundía el pavimento y no podían» llevar a cabo estos trabajos. «Justo delante de nuestra tienda», añadió, «tuvieron que rellenar varias veces».

En su conversación con Periódico de Ibiza y Formentera, Tur se refirió en todo momento a las informaciones que, como presidenta de la asociación, había recibido por parte del Ayuntamiento de Eivissa. Éste, sorprendentemente, negó la versión de Marta Tur: «Desmentimos totalmente esta información», explicaron desde el Consistorio. Y a pesar de que ayer apenas se veían operarios por la avenida, el Consistorio añadió que «se continúa trabajando en los diferentes tramos, poniendo los materiales necesarios en cada zona de actuación».

Mala campaña en Navidad

Por otro lado, que las Navidades no iban a ser boyantes en los establecimientos de la avenida Isidor Macabich es algo que pocos ponían en duda. Quizás lo más molesto para estos empresarios han sido las promesas incumplidas del Ayuntamiento de Eivissa. Ahora, con cajas que han sufrido un descenso de más del 50% con respecto a las Navidades de 2021, comerciantes y restauradores se preguntan dónde están las ayudas que el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, anunció a finales de noviembre.

Marta Tur explicó que los comercios se han visto considerablemente afectados por las obras en Navidad. «Teníamos la esperanza de poder tenerlo terminado antes de Navidad», añadió, «además, la no iluminación, así como la poca dinamización de la zona debido a las obras, han afectado al paso de gente por nuestra calle». Tur, no obstante, admitió que «el hecho de tener parte de las aceras terminadas ha ayudado a mejorar las ventas». Sin embargo, también señaló que Macabich «no ha sido uno de lo centros de comercio habitual durante las fiestas».

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Desde que comenzaron las obras a finales de marzo de 2022, el Ayuntamiento ha defendido el calendario de las mismas escudándose en que los comerciantes preferían perder el verano y poder trabajar en Navidad. Lo cierto es que ni en una época ni en la otra han podido rentabilizar sus negocios como esperaban. Y ahora miran hacia el Consistorio confiando en que las ayudas anunciadas por el alcalde se conviertan en realidad. La presidenta de la asociación señaló, en este sentido, que los comerciantes están «esperando a ver cómo se procede». «Me acaban de comunicar que están cerrando las bases y que en un par de días nos las comunicarán», afirmó, «si no estoy equivocada, hay una partida específica para Isidor Macabich».

De un modo similar se pronunció el propietario de Bottega Pascucci, Leonardo Pascucci, quien indicó estar «a la espera de las ayudas que dijeron que darían». En su caso, la temporada navideña ha ido «fatal» y calculó en un «60% la bajada de actividad» de su negocio. Pascucci lamentó que la avenida «lleva casi un año cortada» y recordó que esto significa que «la gente no puede aparcar y los negocios tienen problemas para la carga y descarga». Y aunque desde el Consistorio ya no es la concejala Desirée Ruiz Mostazo la responsable de la gestión de estas obras, Pascucci aseguró que él no ha notado «ningún cambio en la actitud del Ayuntamiento».

Más crítico se mostró el propietario de la cafetería Gran Vía, Manuel Izquierdo. «Dijeron que nos iban a arreglar la Navidad», aseguró, «que pasaría la cabalgata para hacer cuatro duros, que habría iluminación… Pero no se ha hecho nada». Izquierdo se preguntó si el objetivo del Gobierno municipal es «acabar las obras antes de las elecciones», que se celebrarán el próximo 28 de mayo. Y, tirando de ironía añadió: «Lo mismo para entonces vendrá el alcalde a cortar la cinta y habrá que aplaudirle por lo bien que lo ha hecho». «Aquí solo hemos visto obras y camiones», aseguró indignado, «y, desde hace una semana, ni están trabajando».

Indignada también se mostró Sasa Hong, encargada de Sam Phone. En este tramo, los trabajos están aún muy retrasados, por lo que la principal molestia que están causando a los comerciantes es «el exceso de polvo y ruido». Hong se preguntó también «qué pasará con las ayudas, porque no han dicho nada» y afirmó que la caja de su establecimiento ha bajado en Navidades «casi la mitad». «Supongo que todos estamos igual», afirmó, «y, encima, sin aparcamientos, que es algo que hace que venga aún menos gente».

Nuevas aceras

Caminar por Isidor Macabich es ahora más sencillo gracias a las nuevas aceras. Pero la grava que inunda los cruces de las calles dificulta el acceso a quienes portan carritos de bebé o a los que se desplazan en silla de ruedas. «Ahora mismo», afirmó Hong, «el problema es sobre todo para la gente mayor y los niños. Al menos, es lo que estamos viendo nosotros en la tienda».

En Charanga, finalmente, fue Tamara Salmoral, encargada de la tienda, quien puso una nota de optimismo. «La Navidad podría haber sido mejor y las rebajas van flojas», aseguró, «pero yo creo que, cuando acaben las trabajos podremos recuperarnos». En su opinión, la falta de aparcamiento, al margen de la obra en sí, es el principal problema ahora mismo para el comercio en la capital ibicenca. «Yo tengo clientes de toda la isla que ahora no vienen», explicó, «y no es tanto por las obras como porque no pueden aparcar». Y a esto sumó «que todo ha subido mucho». «Creo», concluyó, «que, aunque nos devuelvan 300 plazas de parking, el problema seguirá ahí pero yo soy optimista porque las obras tienen que acabarse en algún momento».