De izq. a dcha. José Javier Marí (Pimeef), Alfonso Rojo (Pimeef) y José Luis Benitez (Cámara de Comercio), este miércoles, a su llegada a la reunión en Can Botino. | Irene Arango

El Consell d’Eivissa y el Ayuntamiento de Eivissa no están dispuestos a asumir el coste negativo que puede tener para la isla la imagen de saturación y de falta de servicios que se dio en el verano de 2022 en lo que al turismo de cruceros se refiere. Y, mientras el alcalde de la capital ibicenca, Rafa Ruiz, se reúne con todos los que tienen algo que decir para planificar una estrategia, el presidente del Consell, Vicent Marí, lanza un mensaje contundente: «Si hemos de dar una imagen negativa, mejor que no vengan».

La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ya ha autorizado para este 2023 el atraque de 190 cruceros en el puerto de Ibiza, cifras provisionales ya que luego estas escalas se deben confirmar por parte de las navieras. Y la pregunta es si Vila y el Consell cuentan con la capacidad suficiente como para dar servicio a los cruceristas. Se calcula que de cada barco desciende a tierra un 30% del pasaje. Esto significa que, por ejemplo, el próximo 23 de agosto, puedan bajar de los tres cruceros cuyo atraque está previsto en Ibiza, cerca de 4.000 personas más o menos al mismo tiempo. Son turistas que, una vez que bajan del barco, necesitan sobre todo transporte para moverse, bien por la ciudad, bien por el resto de la isla. Muchos llegan ya con excursiones contratadas dentro de su paquete de viaje, pero son también numerosos los que deciden salir del barco por libre. Y necesitan para ello servicios de transporte como autobuses públicos y taxis. «El transporte público», ha advertido este miércoles Vicent Marí, «nunca cubrirá las llegadas de cruceros. Hay que reforzarlo con transporte discrecional. En lo que tenga que ver con el Consell, se reforzará pero hace falta información».

El presidente denunció que «a veces, la información no fluye de manera coordinada». Y es que en esta cuestión intervienen tres administraciones: el Estado a través de la Autoridad Portuaria de Baleares, el Consell y el Ayuntamiento de Eivissa. «Hace falta», advirtió Marí, «un esfuerzo de planificación entre todos». Y explicó que es necesario que las administraciones responsables de proporcionar a los cruceristas la atención, el Consell y el Ayuntamiento, conozcan de forma pormenorizada «días y horarios para poder planificar qué tipo de servicios requieren». Una información que deben suministrar tanto la APB como los consignatarios y las navieras.

«Si no podemos dar estos servicios», insistió Vicent Marí, «mejor que no lleguen porque no queremos dar una mala imagen de la isla». El presidente admitió que este turismo es «importante» para la oferta complementaria y comercial. Pero recordó que es necesario poder contar con la información previa para poder «planificar» y dar los servicios adecuados. «Lo que pedimos», añadió, «es tener la previsión para poder dar servicio a los cruceristas». Unos turistas que, concluyó, deben ser también informados por las propias compañías de cómo moverse por Ibiza cuando deciden hacerlo por libre.

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El Ayuntamiento, por su parte, ha anunciado este miércoles un acuerdo con las patronales Pimeef y Cámara de Comercio para elaborar un estudio de impacto económico que permita «regular la llegada de cruceros» a este municipio. En el encuentro participaron el alcalde, Rafa Ruiz; la responsable de Turismo, Rosa Rubio; el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo; el presidente del sector de Comercio de la Pimeef, José Javier Marí, y el vicepresidente de la Cámara, José Luis Benítez. Ruiz explicó que el objetivo del Ayuntamiento ahora es «tener los datos oficiales de cruceristas que desembarcan en la ciudad y su impacto en el municipio y en el resto de la isla». «Hemos de seguir en la línea de que todo el mundo es bienvenido», aseguró, «pero la llegada ha de estar dentro de una regulación, dentro de un orden y acuerdo para poder dar un mejor servicio tanto a los ciudadanos como a los turistas en un destino turístico líder como es la ciudad de Ibiza». El primer edil también señaló, según informó el Consistorio en un comunicado, que «la intención del Ayuntamiento es poder trabajar con todas las instituciones, entidades y agentes para dar un mejor servicio».

Las patronales

El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, calificó de «fundamental» la planificación en la llegada de cruceros porque lo que quieren los empresarios es «dar un buen servicio a los clientes y que no haya una masificación en horas punta y es en este punto donde se puede trabajar conjuntamente». Rojo indicó que, además, Ibiza debe mantenerse como «un destino de calidad en el que no sobra nadie». Sin embargo, insistió en que «hay que hacer una planificación, con un estudio del número de pasajeros que llegan y con una valoración para dar una buena imagen como destino turístico».

El responsable de la sectorial de Comercio de la Pimeef, José Javier Marí, explicó que esta entidad ha ofrecido al Ayuntamiento «colaborar en la planificación, documentando el impacto económico que supone la llegada de cruceristas dentro de los establecimientos». «De esta manera», añadió, «se puede dar la mejor imagen al turista y adaptar los flujos en la ciudad de Ibiza para dar un mejor servicio».

Finalmente, el vicepresidente de la Cámara, José Luis Benítez, subrayó que «los turistas son bienvenidos» y que «hay que procurar darles una buena experiencia, igual que a los residentes». «Pedimos una buena planificación», añadió, «para que los turistas que lleguen durante unas horas se lleven una buena imagen porque pueden ser posibles futuros viajeros y evitar malas experiencias que van en contra del destino», concluyó.