Almacén central de material sanitario de Baleares | Teresa Ayuga

Hasta hace relativamente poco en Baleares se iba comprando el material sanitario en función de las necesidades pero, de repente, un extraño coronavirus invadió las calles y, sobre todo, las consultas sin que hubiera equipos de protección individual (epi) suficientes para protegerse, ni siquiera entre el personal sanitario. En este momento, hace ya tras años, la compra de material la unificó el Ministerio de Sanidad y, dada su preocupante escasez, se tomó conciencia de la necesidad de hacer acopio, no sólo para afrontar la pandemia de la COVID que se venía encima, sino para futuras y previsibles nuevas emergencias sanitarias.

«El just in time logístico que había hasta entonces ya no funciona, de la pandemia hemos aprendido que hay que tener estoc», explica el subdirector de Compras y Logística del IB-Salut, Antoni Mascaró. «Antes teníamos menos material y lo traíamos con más frecuencias pero lo que servía para una época normal no vale para emergencias, ahora hemos subido los estocs de seguridad», añade.

Pero lo más importante para este cambio de estrategia era tener un almacén con capacidad y desde donde realizar la distribución a hospitales y centros de salud. Y la ubicación hace un año que reside en el polígono de Marratxí. La nave contiene unos 136 millones de unidades de material sanitario, distribuidas en 2.500 palés, por un valor de 18,2 millones de euros, aunque su capacidad es todavía superior.

«Antes teníamos tres almacenes desperdigados, con la complicación logística que conlleva, con ésta las unificamos», explica Mascaró que señala que ya son muchas las comunidades que han optado por crear plataformas logísticas.


Residencias y ambulancias

La nave, de unos 5.000 metros cuadrados, cambió la organización logística del IB-Salut. «Aquí se guarda el material estratégico que, por temas de espacio, no cabe en los hospitales», añade el responsable. Por otra parte, avanza que, a falta de cerrar los últimos flecos, «también distribuiremos material fungible a las residencias públicas y concertadas y a las ambulancias del Servicio de Atención Médica Urgente 061».

Esta nave se ha convertido en el punto de distribución centralizado de material sanitario, sobre todo de protección. En él se amontonan las mascarillas, batas, test de antígenos o material de vacunación que durante tanto tiempo se suspiraron. «Después habrá también otro tipo de material, además hay más capacidad», explica Antoni Mascaró. La instalación, que cuenta con una zona de oficinas, tiene una superficie total de 10.138. Según su responsable, el proyecto de unificar en una sola nave todo el material sanitario ya se habría barajado hace 20 años, la pandemia lo convirtió en definitivo.