Imagen de archivo de Sa Residencia. | Daniel Espinosa

La residencia Colisée se podría enfrentar a una sanción de hasta 500.000 euros e, incluso, el cierre definitivo de sus instalaciones en Ibiza si no solventa los problemas de gestión que han llevado a sus usuarios a una grave situación. Así lo ha anunciado este viernes la consellera insular de Asuntos Sociales, Carolina Escandell, durante la celebración en el Consell del penúltimo pleno de la legislatura. Escandell ha explicado que el expediente sancionador contra Colisée se ha puesto ya en marcha con el nombramiento de una instructora del mismo.

Si la empresa no cumple lo fijado por la ley en cuanto al personal y los servicios que debe ofrecer a los usuarios, ha advertido Escandell, se procederá a imponer una sanción económica a partir de 60.000 euros. Esta sanción, ha añadido, tendrá un carácter «coercitivo» pues, si Colisée sigue sin dar solución a los problemas, se enfrentará, primero, a una suspensión cautelar de la autorización que tiene para operar como residencia de naciones. Suspensión que podría acabar siendo definitiva.

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La consellera ha respondido así a una moción presentada por el PSOE, en la que el socialista Víctor Torres ha acusado al Gobierno insular de haber tenido en este caso una actuación «inadmisible» dado que las denuncias sobre la situación de los usuarios de esta residencia se conocen desde hace varios meses. Torres ha reclamado a la institución que exija a la empresa de Colisée «la implementación de medidas adecuadas», así como la «imposición de sanciones» si se confirman las irregularidades.

Ha sido la consellera no adscrita Marta Díaz la encargada de recordar a los socialistas que el Consell solo tiene la competencia de inspección en lo relativo a las residencias de mayores. Díaz ha asegurado que el PSOE ha presentado esta moción «porque están en campaña electoral» y ha subrayado que la responsabilidad sobre este establecimiento sociosanitario es del Govern y más en concreto de la consellera Fina Santiago, de Més x Mallorca. Muy indignada, Díaz también ha exigido tanto a socialistas como a podemitas «levantar la cabeza y exigir a Francina Armengol» lo que merecen los ibicencos. «Nos maltrata constantemente», ha afirmado, «y, en cuatro años, yo solo les he visto a ustedes calentando el sillón. Hoy no han votado en contra del plus de insularidad porque están en campaña. ¡Ya está bien de tanta demagogia!». Y ha concluido su intervención de forma contundente: «Para el Govern somos la última mierda».

El conseller de Unidas Podemos Antonio Saucedo, finalmente, ha recordado que solucionar el problema de esta residencia debe estar «por encima de las competencias». «Si el personal se equivoca en una medicación», ha alertado, «puede fallecer una persona y eso es muy grave». Saucedo ha insistido en que esta cuestión «va más allá de los partidos y de las elecciones».