Imagen de una de las ovejas atacadas por los perros.

La noche del pasado sábado al domingo, en Sant Rafel, un ataque canino acabó con la vida de dos ovejas y dejó gravemente herida a una más en la finca de Can Parra.
Josefa Serra es la propietaria de los animales atacados y explica que se encontró con sus ovejas malheridas la mañana del domingo a primera hora, «los pobres animales no estaban muertos. Es desagradable decirlo, pero es que alguna estaba con las tripas fuera. Lo que hicieron esos perros no tiene perdón para ningún animal», lamentaba.
Tal como explica Serra, «enseguida llamamos a la veterinaria, pero de la manera que estaban las carreteras ese día (el domingo había una prueba deportiva), no pudo llegar hasta las 16:30 para verlas y, finalmente, sacrificarlas. Lo peor de todo fueron las horas que tuvieron que estar los pobres animales de esa manera».
El resultado del ataque canino se saldó con la muerte de dos ovejas, una de ellas, tal como recuerda Josefa, «era de raza y la queríamos usar para la reproducción». Además, el rebaño de Can Parra, era un rebaño modesto, tal como explica su propietaria junto a su marido, «tenemos las ovejas solo para nosotros», mientras lamenta que «solo nos ha quedado una oveja sin heridas. Los ‘anyells’ (corderos), que en principio no vimos que tuvieran nada, luego hemos podido ver que algunos sí que tienen marcas. Además, el ‘multó’ (el macho) cojea desde entonces, y no me extrañaría que se hubiera roto una pata ese día».
Josefa explica que esa misma mañana también llamó a la Guardia Civil, «pero nos dijeron que vendrían cuando pudieran, que con el estado de las carreteras no sabían cuándo llegarían. No llegaron a venir y, al final, fui yo misma este miércoles». «Es bueno que los vecinos sepan lo que ocurrió para que vayan con cuidado con los perros. Aunque la verdad es que tendrían que ser los dueños de los perros quienes tuvieran cuidado», sentencia la ‘majora’ de Can Parra.
Si bien la familia de Can Parra tiene la intención de reponer sus ovejas, los constantes ataques caninos al ganado ibicenco están provocando que muchos propietarios de estos animales desistan de su cría. Un factor de peso en la merma de la cabaña ovina y caprina en Ibiza, que se ha reducido drásticamente en la última década. El censo actual de cabezas reproductoras de ovejas y cabras en Ibiza es de 4.221 y 1.388 respectivamente. Una población que, hace una década, ascendía a 6.254 cabezas reproductoras de ovejas.
El Consell d’Eivissa tiene una línea de ayuda a la reposición de ovejas y cabras que hayan sido víctimas de ataques de perro con una cantidad de 75 euros por animal muerto y repuesto.