Imagen de archivo de la entrada de la residencia Colisée. | Daniel Espinosa

¡Por un modelo humano de residencias!, ¡Su dignidad es nuestra dignidad! y ¡Hoy son ellos, mañana nosotros! son algunos de los lemas con los que los familiares de usuarios de la residencia privada Colisée de Jesús se concentrarán este miércoles a las 12 horas ante la puerta del Consell d’Eivissa para protestar por la situación en que se encuentran los mayores en este centro residencial.

Según han explicado en la convocatoria de esta protesta, «la lucropatía ha llegado a su límite en la sociedad ibicenca y ahora son los derechos humanos de nuestros mayores, su dignidad y su dignidad lo que está en juego», tras meses denunciando la nefasta situación en la que se encontraban los residentes de la residencia Colisée por, entre otras cosas, la falta de personal y la escasa preparación de los profesionales en nómina.

Los convocantes, que animan a participar en la concentración a todo aquel que lo desee, denuncian entre otras cosas que se sienten «abandonados» por parte de las instituciones responsables, y han lanzado un contundente «no» a los «abusos de las empresas que hacen negocio con el dinero público de todos y las pensiones de nuestros mayores».

Dicen «sí», sin embargo, «a la defensa de los derechos humanos de nuestros mayores y a su «dignidad», ya que «han dado todo por esta isla».

Los familiares de los internos en la residencia Colisée se han visto obligados a llegar a este extremo por la ineficacia de todas las medidas que se han tomado hasta la fecha para tratar de reconducir la situación de este centro.

«Hoy por hoy, la residencia se sigue resintiendo por la falta de personal», han asegurado portavoces de las familias. «Los trabajadores itinerantes que trajeron para cubrir vacantes han regresado a sus lugares de origen», tal y como habían vaticinado los propios familiares cuando la empresa propietaria del centro desplazó a empleados de otros centros de la península para reforzar la plantilla en Ibiza.

Por otro lado, de los trabajadores que podrían haberse quedado como plantilla estable, «algunos se están marchando, probablemente por las condiciones de trabajo». Además, los familiares de los internos han asegurado que «no se observa ningún cambio significativo en el modelo de gestión del centro, ni en las dinámicas de trabajo», algo que la dirección de la residencia se había comprometido a mejorar en las diferentes reuniones mantenidas tanto con las propias familias como con las administraciones implicadas, el Consell d’Eivissa y el Govern balear.

La situación se complicó más si cabe durante la última semana cuando los familiares de residentes en aseguraron que no descartaban llamar a la Guardia Civil o presentar denuncia en caso necesario si desde la dirección del centro se ponen en marcha unos «protocolos» que habían anunciado y que consistían en limitar el contacto de los internos con las familias.


Según explicó la portavoz de los familiares, «a pesar de las denuncias, inspecciones, y declaraciones de quienes han tenido acceso y son conocedores de los informes resultantes, la situación en Colisée Sa Residència sigue igual, perpetuándose las irregularidades».

Entre otras cosas, denunciaron que figuras como la directora o el recién nombrado coordinador asistencial «no tienen la titulación requerida para el desempeño de las tareas que se requiere», a lo que había que sumar «otra innumerable cantidad de cuidadores sin formación acreditada».
Pese a esta falta de titulación, denunciaron que desde la dirección del centro se estaban poniendo en marcha, «amparados en supuestos protocolos, medidas coercitivas que limitan el contacto de las familias con los residentes».

Ante esta evidente falta de garantías de que «quien trate a nuestros familiares sean personas con la formación requerida para ello, no nos temblará el pulso para llamar a la Guardia Civil e interponer denuncia si fuera necesario en el momento en el que se nos fuerce a separarnos de nuestro familiar porque le vayan a manipular».

Desde la asociación de familiares anunciaron que se habían puesto en contacto «con la plataforma nacional, y nos informan de que no les consta que exista ningún protocolo que impida que los familiares estén en las habitaciones». De hecho, les aseguraron que la empresa no puede imponer a su arbitrio protocolos restrictivos, por lo que les animó a que «exijamos copia de ese supuesto protocolo» para presentarlo ante la Fiscalía e interponer denuncia si fuera necesario. «Están midiendo sus fuerzas y agravando la situación de desamparo de nuestros familiares ante la connivencia de quienes conocen la situación y no están haciendo nada» criticó una de las portavoces de los familiares.