Guerrero, este martes durante el registro en el Ayuntamiento. | Iris Solana

La detención del alcalde en funciones de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, por presuntos delitos de corrupción urbanística, ha sido la puntilla a un PSOE ibicenco que se está desmoronando desde el pasado 28 de mayo. Fue aquel domingo electoral cuando los socialistas observaron, dicen que con sorpresa, que los ciudadanos les habían retirado el apoyo para dárselo de forma contundente al PP.

Desde entonces y en tan solo dos semanas, la formación liderada por Josep Marí Ribas Agustinet ha ido de desastre en desastre. Tanto es así que ya empieza a haber tímidas voces pidiendo un congreso extraordinario que permita salir del atolladero y encarar la larga travesía del desierto que será la legislatura que, a nivel municipal, comenzará el próximo sábado.

Los socialistas siguen sin aceptar ni entender la derrota electoral municipal e insular. Así lo reflejó el propio Rafa Ruiz en la noche del 28M cuando aseguró que él no había hecho en la calle la misma lectura que los ciudadanos. Pero lo cierto es que Ruiz se ha quedado en el Ayuntamiento de Ibiza con siete concejales y su contrincante, el popular Rafa Triguero, gobernará con 15. Tampoco el secretario general del PSOE, Marí Ribas, parece comprender lo sucedido. Así se desprende de sus declaraciones en una entrevista en Diario de Ibiza, en la que aseguró el pasado domingo que no se siente «cuestionado» por sus compañeros de partido, que las elecciones no se han perdido por «un componente personal» y que, en el caso de Vila, «puede haber normativas u otras cosas que, a lo mejor, no han sido suficientemente bien entendidas». Sobre Sant Josep, Agustinet defendía a su candidato, el ahora detenido Guerrero, asegurando que «ha hecho un trabajo magnífico» desde que asumió la alcaldía en 2021. Y a la pregunta de si piensa dimitir, puesto que él mismo ha perdido frente a Vicent Marí en el Consell y ha sacado un escaño menos que los que obtuvo el socialista Vicent Torres en 2019, la respuesta es que «en estos momentos, no».

Menos de dos días después de la debacle del 28M, Pedro Sánchez decidía convocar elecciones generales para el 23 de julio. Un capote que permitió al socialismo ibicenco evitar las explicaciones de cara a la galería. Pero que abrió una brecha dentro del partido porque la diputada Sofía Hernanz pretendía repetir en el Congreso, a pesar de que los estatutos del PSOE no se lo permitían. Hernanz no se ha caracterizado por ser una diputada especialmente activa, a pesar de los 120.000 euros anuales que se ha embolsado en el Parlamento. En la legislatura que acaba de concluir, ha presentado menos de 80 iniciativas en la Cámara baja, frente a las más de 800 defendidas por el diputado del PP Miquel Jerez. Además, la noticia de que su marido fue colocado como consejero dominical en Enagas con un sueldo de 160.000 euros anuales levantó ampollas.

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Hernanz no logró su objetivo y la candidata será Milena Herrera, que comenzó a trabajar con el PSOE como periodista en 1999 y que, en la actual legislatura, pasó del Ayuntamiento de Ibiza al gabinete de Presidencia de Francina Armengol en 2021 y, posteriormente, a la Conselleria autonómica de Vivienda, dirigida por Agustinet. Herrera no obtuvo escaño en el Parlament y ahora lo intentará en el Congreso. Será la número 3 de la lista liderada por Francina Armengol. Otro golpe para el socialismo ibicenco, que aspiraba a que su candidata ocupara el segundo puesto. En la legislatura anterior, los socialistas obtuvieron dos diputados. Ahora muchos se preguntan si será posible mantenerlos.

Con la precampaña para las elecciones generales en marcha, el PSOE ibicenco, además, ha pactado con el resto de fuerzas de izquierdas una candidatura al Senado liderada por Juanjo Ferrer, exconcejal de El Pi en el Ayuntamiento de Sant Antoni. Un movimiento que ha sorprendido a los socialistas de base. Y es que muchos tienen la impresión de que el PSOE de Agustinet ha tirado la toalla.

Como ya sucediera en la campaña para las elecciones de mayo, los socialistas ibicencos, por otro lado, han usado el argumento de la denuncia de la interventora contra el presidente del Consell para seguir haciendo ruido de cara a las generales. Y a ello han sumado ahora las críticas al PP por sus negociaciones con Vox. La detención del alcalde en funciones de Sant Josep y sucesor de Agustinet, Ángel Luis Guerrero, ha caído como un jarro de agua fría sobre una FSE-PSOE cuyas expectativas para el 23 de julio no debían ser ya precisamente altas tras el desastre municipal, insular y autonómico. A la hora de redactar esta crónica, Guerrero permanece en un calabozo de la Guardia Civil en Sant Antoni.

Sus compañeros de partido se han limitado a enviar un comunicado asegurando que respetan las «diligencias judiciales» e intentando dispersar la presunta culpa sobre otros gobernantes de Sant Josep. A poco más de un mes de la nueva cita con las urnas es evidente que esta detención y lo que de ella pueda derivarse no ayudará a los socialistas. El congreso extraordinario que algunos sugieren podría estar más cerca de lo que Agustinet desea. Y los posibles candidatos tal vez estén ya postulándose para llevarse por delante a alguien que después de cuatro décadas en política se irá a su casa como el responsable de los peores resultados del socialismo ibicenco en los últimos años.