Un miembro de la asociación de vecinos muestra la falta de civismo de los conductores. | Irene Arango

La asociación de vecinos de Can Bonet reiteró ayer su preocupación por la falta de seguridad de muchos vecinos que utilizan a diario los cruces y pasos de peatones existentes en este punto del municipio de Sant Antoni. Muy cerca de Can Bonet, un vecino octogenario resultó este pasado lunes herido de gravedad tras ser atropellado cuando cruzaba por un paso de cebra situado en la carretera de Sant Antoni, a la altura de Can Tomàs. Este vecino portmanyí continúa en estado crítico en la UCI de Can Misses.

Según explicaron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera los vecinos de Can Bonet, en el lugar de este último atropello ya se habían producido numerosos sobresaltos, aunque sin registrarse daños personales a diferencia de lo sucedido el pasado lunes.

Para reclamar mejoras en toda esta área, los vecinos llegaron a recoger más de 1.500 firmas que están a punto de entregar al Consell d´Eivissa. «Cuando nos reunimos con el Consell les dijimos que, además de instalar el semáforo frente a Can Guillamó, existía otro punto negro en este lugar puesto que muchos coches que se dirigen de Sant Antoni a Vila giran allí sin parar en la rotonda, por lo que entran a una velocidad muy grande», lamentaron en relación al peligroso cruce de Can Tomàs.

Punto poblacional

También explicaron que recientemente ingenieros del Consell les habían comunicado que, además de solicitar a Tráfico la instalación de un radar, iban a pedir también que la zona fuera declarada como un punto poblacional para poder limitar las velocidades máximas de los vehículos.

«Hemos pedido otra reunión urgente con los representantes del Consell porque no queremos que vuelva a pasar. No queremos que haya más accidentes», insistieron. Dicha reunión tendrá lugar el próximo 9 de agosto y en ella participarán también los vecinos de Can Tomàs.

Los vecinos de Can Bonet reiteraron ayer su preocupación por la falta de seguridad de los usuarios que utilizan a diario los cruces y pasos de peatones existentes en este punto.
Foto: Irene Arango.

Precisamente, desde la asociación vecinal de esta última zona lamentaron ayer el atropello registrado el pasado lunes y recordaron que, en numerosas ocasiones, han denunciado este problema de seguridad vial en el barrio. Según relataron, tras mucho insistir, el pasado año se instalaron unos badenes, por ahora «insuficientes» para reducir velocidades.

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«Los coches, y concretamente muchos taxistas, para evitar retenciones toman el Camí de Sa Vorera hacia Can Tomàs a unas velocidades asombrosas», afirmaron, explicando también que se trata de una vía estrecha con puntos peligrosos.

Además, hay que tener en cuenta la ausencia de aceras y que los laterales están llenos de hierbajos puesto que no se poda con la periodicidad recomendada.

«Es sumamente necesario que las administraciones actúen y escuchen la voz de los vecinos; que obren con responsabilidad para que estos hechos tan tristes no ocurran. Necesitamos una solución inmediata», insistieron.

Tras registrarse este último atropello, la asociación de vecinos de Can Bonet lamentó en un comunicado que «las medidas lleguen siempre tarde» y recordaron cómo anteriormente ya habían puesto de manifiesto su preocupación por la peligrosidad del paso de peatones que cruza hacia Can Tomàs.

«Es evidente que hay un problema en estos tramos de carretera tan cercanos a núcleos como Can Bonet, Ses Païsses, Sol y Descanso y Can Tomàs. No basta con que se estudien medidas, sino que tiene que haber actuaciones inminentes que eviten una desgracia más», señalaron.

A comienzos de año, un joven también resultó herido muy grave después de ser atropellado en el cruce de Can Guillamó. Tras reiterar los vecinos la importancia de garantizar la seguridad viaria en este lugar, el Consell d´Eivissa se comprometió a ejecutar diversas actuaciones como solicitar a Tráfico la instalación de un radar para reducir la velocidad de los vehículos. Se trataría de una solución provisional mientras la institución prepara la construcción de una pasarela.

«El problema de Can Guillamó», precisaron desde el Consell, «es el exceso de velocidad. Tenemos otros pasos de cebra con semáforos, como los de la E-10 o los que hay en la misma carretera de Sant Antoni que no dan estos problemas, pero aquí los coches llegan a una velocidad muy alta. Por eso creemos que la mejor solución, mientras se saca adelante lo de la pasarela, es un radar. Los radares alivian el 95% de los excesos de velocidad».