Los representantes vecinales, minutos antes de entrar a la reunión. | Arguiñe Escandón

El Consell d´Eivissa ha acogido este miércoles la esperada reunión con los vecinos de Can Bonet y Can Tomàs que reclaman soluciones urgentes a la falta de seguridad viaria en estos tramos. Cabe recordar que en estas zonas se han registrado graves atropellos y accidentes, por lo que desde hace meses se exigen soluciones. Los vecinos habían solicitado esta reunión urgente después de que la pasada semana un vecino sufriera un grave atropello.

El conseller responsable de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, ha explicado tras el encuentro que, en el Consell, «llevamos meses trabajando en la solución de este punto negro», en relación al paso de peatones de Can Tomàs.

Así, el Consell ha planteado a las asociaciones vecinales dos propuestas diferentes para intentar terminar con esta falta de seguridad. «Una de ellas consistiría en semaforizar el paso de peatones existente con todas las medidas de seguridad para cumplir con la normativa perfectamente, mientras que otra solución más integrada y que solventa otras cuestiones es la que pasaría por desplazar el paso de cebra hacia Sant Antoni, alargando una de las aceras existentes que conectaría con una parada de autobús», ha explicado el conseller.

Juan ha reiterado que, con la última propuesta, se daría mayor seguridad al paso de cebra y, al mismo tiempo, se facilitaría la incorporación de vehículos a la carretera. Los vecinos no han tenido duda y se han decantado por este segundo proyecto.

Mientras se redacta esta actuación, el conseller ha asegurado que no se descartan otras soluciones temporales: «No se les ha engañado y se les ha dicho que hay que contratar la redacción de este proyecto y convertir esta idea en un proyecto constructivo que debe ser aprobado con alegaciones del Govern, que gestiona esta vía, y con las del Ayuntamiento de Sant Antoni. Después hay que licitar e iniciar las obras».

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Entre las medidas provisionales, se ha acordado reforzar la señalización vertical y horizontal del paso de peatones. Para el conseller, se trata de mejorar la seguridad en Can Tomàs tal como se hizo en Can Guillemó.

Sensación «agridulce»

Precisamente, ese largo plazo por delante es lo que ha provocado entre los vecinos una sensación «agridulce». «Estamos hablando de más de un año y necesitamos una solución más a corto plazo», han insistido.

Desde la asociación de vecinos de Can Bonet han explicado que, sobre la instalación de un radar en el cruce de Can Guillemó, el Consell sigue sin novedades. Según les han manifestado desde la institución insular, parece que la Dirección General de Tráfico no está demasiado predispuesta a instalar este elemento que resolvería el exceso de velocidad en esta zona de la carretera.

Así, los vecinos han sugerido que, si se confirma la negativa de Tráfico, se podrían instalar semáforos como los existentes en otros puntos de la isla que se ponen en rojo si el vehículo supera los 50 km/h.
También han avanzado que van a remitir a Tráfico las más de mil firmas recogidas «para tratar de hacer un poco de presión y que se pronuncien sobre el radar y el Consell pueda tomar decisiones e impulsar actuaciones».

Las asociaciones han detectado que, por un lado, se sienten satisfechos puesto que ven voluntad por parte del Consell a la hora de intentar solucionar la problemática, aunque «si todo esto se hubiera iniciado cuando se advirtió sobre ello, probablemente ya contaríamos con la solución». Por el momento, ambas partes se han emplezado a seguir en contacto ante cualquier novedad.

«El problema de Can Guillemó es el exceso de velocidad. Tenemos otros pasos de cebra con semáforos, como los de la E-10 o los que hay en la misma carretera de Sant Antoni que no dan estos problemas, pero aquí los coches llegan a una velocidad muy alta. Por eso creemos que la mejor solución, mientras se saca adelante lo de la pasarela, es un radar. Los radares alivian el 95% de los excesos de velocidad», señalaron desde el Consell d’Eivissa semanas atrás en relación a Can Guillemó.