Ponencia elebrada en la mañana de este lunes. | Irene Arango

Muy preocupantes son los datos que revela el ‘Estudio Sobre Pornografía en Baleares: acceso e impacto sobre la adolescencia’. Una preocupación que tanto el profesor de la UIB e investigador social Lluís Ballester como la codirectora de la primera parte de esta investigación, Sandra Sedano, no han dudado en trasladar este lunes a los asistentes durante la presentación de este estudio que analiza el consumo e impacto del porno en los menores.

Las principales conclusiones de este informe son que los niños empiezan a acceder a la pornografía desde los 8 años a través de Internet, llegando a normalizar este hábito en torno a los 13 años. Además, el consumo de chicas adolescentes ha aumentado 15 puntos, según este estudio. Éstos son algunos de los datos de la investigación de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) que contó con encuestas a más de 3.000 jóvenes de las Islas. En el caso de Ibiza, los encuestados pertenecían a cinco institutos, uno el de Formentera, y dos colegios.

Otro dato demoledor que han trasladado este lunes es que un 76% de los jóvenes consume pornografía más agresiva, que erotiza la violencia contra la mujer. «No saben separar la violencia de la sexualidad y todo lo reducen a la penetración», subrayó Lluís Ballester haciendo hincapié en que es hora de analizar lo que está pasando en profundidad porque es muy «preocupante». En este sentido, Sedano señaló que el fácil acceso a Internet les familiariza con las prácticas sexuales de riesgo, ya que los adolescentes son más vulnerables e influenciables.

Prácticas de riesgo

Entre estas prácticas de riesgo está la ausencia del preservativo durante el acto. «Ellos piensan que es más atractivo hacerlo sin condón porque en el porno no se usa. Ellos erotizan no utilizarlo. Es por este motivo que se han disparado las enfermedades de transmisión sexual en este colectivo», apuntó Ballester. Además, según la codirectora Sandra Sedano, también es preocupante las horas dedicadas desde los centros educativos a ofrecerles charlas informativas sobre educación sexual integral.

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Sin ir más lejos, Lluís Ballester señaló que por cada 1.000 horas de consumo pornográfico de un adolescente se imparten sólo ocho horas de formación en un contexto académico. Es por eso que consideran que es imprescindible mejorar la educación afectivo-sexual adaptando el lenguaje y el contenido a la realidad social. Asimismo, ambos también analizaron los efectos de la pornografía en el cerebro de los jóvenes, puesto que, según este estudio, su adicción puede llegar a afectar al 30% de los varones adolescentes.

«Estas personas son conscientes de la problemática porque entienden que tienen una conducta adictiva que les está provocando dejar de hacer otras actividades», recalcó Lluís Ballester mientras destacaba que ha aumentado también el número de chicas relacionadas con esta conducta respecto a estudios anteriores. No obstante, lo que sí varía entre ambos géneros es la percepción del porno. Mientras ellas destacan más aspectos positivos como el conocimiento de la sexualidad, el 50% de los varones adolescentes que ven pornografía resaltan efectos negativos provocados por el consumo, como el aburrimiento sexual en la pareja. «Ellos les piden cosas a ellas que no están dispuestas a hacer», lamentó con preocupación Sandra Sedano.

El porno, como arma

En este sentido, indicó que la pornografía se puede convertir en un arma de doble filo donde las víctimas siempre suelen ser mujeres, haciendo referencia a actitudes de personas adultas. Lluís Ballester destacó el porno de venganza de exparejas, los ataques contra mujeres famosas o el uso de inteligencia artificial para crear porno y recalcó cómo esta problemática sigue perpetuando la desigualdad de género entre hombres y mujeres en este ámbito.

«Es necesario establecer medidas preventivas y proteger y prevenir dichas conductas», apuntó recordando también cómo la infancia continúa desprotegida e indefensa. «En la última Memoria de la Fiscalía se indica que más de 800 hombres fueron condenados por distribuir pornografía, archivos de explotación sexual», puntualizó.