El Mercado de Sant Joan reúne cada semana a decenas de visitantes.

Desde el Ayuntamiento de Sant Joan insistieron ayer en que las bases reguladoras para la adjudicación de las autorizaciones de los puestos de venta en el mercadillo se hicieron hace meses y salieron a exposición pública «para que quien quisiera presentara alegaciones e hiciera sugerencias». «Los criterios estaban claros desde un primer día. Lo que no es de recibo es que algunos se presenten con unas reglas de juego y cuando se han visto fuera ahora quieran cambiarlas. Ello no sólo es injusto, sino que es ilegal», apuntaron.

Respecto al recurso de reposición contra los pliegos de la adjudicación, presentado por el abogado de los nueve vendedores excluidos del mercadillo, la alcaldesa del municipio, Tania Marí, destacó que los servicios jurídicos del Ayuntamiento lo están resolviendo, pero «no habrá valoración política de un aspecto que ya es meramente jurídico».

Respecto a los cambios de categoría, fuentes municipales señalaron que han sido los solicitantes los que marcaban en qué categoría querían estar. «Una vez excluidos, no podemos cambiarles para beneficiarles y, con ello, perjudicar a los 95 que sí han obtenido su plaza», indicaron.

Asimismo, subrayaron que el mercadillo está abierto y funcionando con su éxito habitual. «Los técnicos municipales han hecho un trabajo minucioso y riguroso. Por primera vez tenemos unas bases que regulan con claridad las condiciones de acceso a un puesto, dejando fuera la arbitrariedad. Ahora todo el proceso es reglado, transparente y equitativo», puntualizaron.