La cadena humana realizada este jueves en Vara de Rey. | Arguiñe Escandón

El cáncer de mama es el tumor más diagnosticado en el mundo, por delante del cáncer de pulmón, según datos del Centro de Investigaciones sobre el cáncer (IARC). En España, aproximadamente el 30% de diagnósticos de esta enfermedad en mujeres son de mama. Únicamente en Ibiza y Formentera, más de 240 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama gracias al programa de detección precoz de Salud.

Durante todo el mes de octubre, Ibiza se ha teñido de rosa para crear conciencia sobre la importancia de la investigación, la prevención y la detección temprana del cáncer de mama. Hoy, 19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama, Vara de Rey ha sido el escenario de una cadena humana, organizada por la Asociación Española contra el Cáncer e Ibiza y Formentera contra el Cáncer, para reivindicar jornada muy importante. «Este cáncer tiene una incidencia muy elevada y hay que seguir luchando. Hemos avanzado mucho pero todavía queda mucho camino por recorrer», afirmó Enric Casanova, Presidente de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Ibiza. En este sentido, Casanova afirmó que desde la AECC cuentan con más de 90 proyectos en marcha, con una inversión de 18 millones de euros, pero que «con el cáncer nunca es suficiente».

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Por su parte, Vicent Torres, portavoz de Ibiza y Formentera contra el Cáncer, asociación dedicada casi exclusivamente a la prevención de la enfermedad, quiso incidir en la importancia de los cribados para aumentar la supervivencia en estos casos. «Pensamos que coger a tiempo un cáncer es una garantía de poder superar esta enfermedad. Desgraciadamente, la gente no es muy consciente todavía. Tenemos porcentajes muy elevados de personas que no se realizan las revisiones periódicas de cáncer de mama o de colon», afirmó Torres. Actualmente las cifras de cribado en Ibiza son muy inferiores a la media nacional y esta última está por debajo de la media europea.

A Margarita Guasch, vecina de Ibiza, la vida le cambió en febrero de 2018, cuando le detectaron cáncer de mama en los dos pechos. Afortunadamente, la detección de la enfermedad fue muy temprana y actualmente se encuentra «muy bien aunque con falta de fuerzas». «Vi que mi pecho estaba diferente y consulté a mi médico de cabecera. Pasé primero por quimio, luego me operaron y luego radio», explicó Guasch. Tal y como señala Margarita, que hoy en día es voluntaria de la AECC, en estos casos la mente juega un papel muy importante. «Lo peor es que te quedes en casa todo el día pensando, tienes que salir. La mente es muy importante y distraerte te ayuda, especialmente a las personas activas».

Por otro lado, para Antonia García, el cáncer también ha estado muy presente en su vida, desgraciadamente. Su padre, su hermana, su cuñada y recientemente su marido, fallecieron a causa de esta enfermedad y a ella le detectaron en 2008 cáncer de tiroides. «Es muy duro cuando te lo dicen, cuando te operan, cuando tienes que desplazarte constantemente a Palma y, sobre todo, cuando tienes hijos y no quieres que ellos sufran. A veces lo pasas peor por los que están al lado que por ti misma», contó emocionada. Actualmente, Antonia es voluntaria en la planta de oncología de Can Misses, una labor «muy gratificante». «Los voluntarios hacemos apoyo emocional. Les ayudamos en lo que necesiten y estamos atentos a ellos. A veces simplemente quieren sentarse y hablar un poco, desahogarse», continúa. «Yo me pongo de ejemplo con los pacientes. Yo he estado ahí, sentada donde ellos están, haciendo el tratamiento. Se puede salir. Y a ellos les puede pasar exactamente igual. Ese es mi objetivo», concluye Antonia.