Este taller consta de cuatro sesiones y la primera se ha llevado a cabo este viernes. | Moisés Copa

Más de 10 cuidadores de sueños han llegado este viernes al Centro de Salud Sant Jordi con entusiasmo e ilusión, sin poder contener esas ganas de «aprender a cuidarse» mientras atienden a sus familiares dependientes. Poco a poco estas 15 personas se fueron sentando en semicírculo frente a las profesionales encargadas de manejar y divulgar la información del taller ‘Cuidar desde casa’, una iniciativa dirigida a cuidadores que tienen a su cargo personas enfermas o de edad avanzada con un alto grado de dependencia.

Uno de estos centinelas del bienestar era Diana Sheridan, una mujer que desde hace años cuida de su marido con alzheimer, aunque explicó que antes de padecer este trastorno tuvo otras enfermedades. Esta mujer, que lleva afincada en la isla desde hace 47 años, reconoció que «no es nada fácil» cuidar de un familiar dependiente afectado con cualquier tipo de demencia. «Vengo a este taller porque quiero aprender a cuidarme, pero también saber si lo estoy haciendo bien con mi marido», subrayó esta afable mujer minutos antes del inicio de la primera sesión –son cuatro reuniones- del taller en el Centro de Salud Sant Jordi.

Cómo actuar

En este sentido, apuntó que, a veces, cuesta no enfadarse con la persona dependiente porque, en su caso, tiene que hacer frente a ciertas emociones negativas. «Quiero saber cómo tengo que tratar con él bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo, cuando el enfermo con demencia dice ‘no’ a la hora de llevar a cabo una actividad. Quiero saber cómo debemos actuar porque son personas adultas, no son niños», se cuestionó Diana Sheridan insistiendo en la necesidad de saber adaptarse a las diferentes situaciones: «Cómo puedo conseguir sin enfadarme que mi marido comprenda que algunas cosas que quiere hacer son peligrosas», destacó afligida esta cuidadora de sueños durante esta primera sesión. Cabe recordar que existe un taller especifico dirigido a cuidadores de personas con demencias, impartido por un grupo multidisciplinar de profesionales.

La actividad de este viernes, que duró más de una hora, se ha centrado en una introducción al taller en el que se aplicó una metodología de trabajo en la educación para la salud orientada a los cuidadores. «Se basa en el aprendizaje significativo. Esto quiere decir que estas personas aprenden haciendo. Nuestra idea es que todas las sesiones sean participativas con el objetivo de adaptarnos a cada situación», explicó a Periódico de Ibiza y Formentera Esther Prats Ferrer, enfermera de Atención Primaria y enfermera gestora de casos en el Centro de Salud Es Viver y en el centro de Salud Sant Jordi.

Recursos

Noticias relacionadas

En esta misma línea, manifestó que los cuidadores disponen de recursos online con diferentes enlaces para que puedan entrar e informarse. «La plataforma está estructurada en tres bloques. En el primero se trata la parte más técnica como la alimentación, vestimenta e higiene. Luego está el bloque social en el que colaboramos con las trabajadoras sociales y ellas les informan de los recursos disponibles y, por último, tenemos el bloque olvidado, que es el más interesante para ellos porque trata el cuidado de las emociones», explicó con detalle Esther Prats resaltando que cuidar a una persona dependiente conlleva una gran sobrecarga física y emocional.

Asimismo, quiso alabar el gran trabajo que desarrollan los cuidadores cada día. «Ellas son el pilar. Si ellas caen, la persona dependiente puede acabar en el hospital o ingresada en un centro. Hay que cuidar al que cuida», apuntó esta enfermera gestora de casos destacando que si habla en femenino es porque la mayoría de estas personas son mujeres -alrededor del 99 % - aunque reconoció que el rol está cambiando poco a poco, ya que cada vez hay más hombres que desempeñan este papel. Uno de estos hombres, que este viernes ha presenciado esta primera sesión, fue Elcio Benedicto. Este centinela lleva cuidando de Julio cuatro años.

Un hombre de 70 años que, a raíz de sufrir dos ictus, tiene problemas de movilidad. Según Elcio, en todo este tiempo la cercanía emocional ha formado un vínculo afectivo entre ellos. «Al principio no quería que estuviese cuidándolo, pero ahora tenemos una relación muy buena», explicó este joven resaltando que se inscribió al taller para dominar los cuidados que necesitan las personas dependientes. No obstante, reconoció que tiene muchos recursos a la hora de realizar esta labor, ya que estuvo trabajando en una residencia de ancianos en su país.

Liderado por enfermeras

«Es mi primera vez como interno y por eso quiero actualizarme. Quiero saber moverlo de forma adecuada porque, a veces, me duele la espalda», manifestó haciendo hincapié en que, especialmente, quiere comprender más a Julio. «Lo trato con cariño, pero a veces no es fácil», lamentó Elcio Benedicto durante la primera sesión de este taller liderado por enfermeras y en el que colaboran fisioterapeutas de Atención Primaria, técnicas en cuidados auxiliares y trabajadoras sociales. En este sentido, Esther Prats puntualizó que este taller en el Centro de Salud Sant Jordi ha sido todo un éxito de participación, incluso tuvieron que poner a varias personas en lista de espera.

«Esperamos que esta iniciativa se traslade al resto de centros de la isla. Ya se hizo en Es Viver, pero se tuvo que enfocar de otra manera, puesto que la población en esta zona es diferente y muchos de los cuidadores son contratados. Hoy la mayoría son familiares», apuntó e indicó que desarrollan un formato mixto para no excluir a nadie, pero señaló que tener ese vínculo emocional entre ellos es importante. «Queremos transmitir que somos un recurso para la comunidad porque, además de ofrecer recursos técnicos, también ofrecemos recursos para que estas personas sepan cuidarse y valoren ese espacio que tanto necesitan», manifestó esta enfermera.