Rafa Triguero y Gema Marí, durante la presentación de los presupuesto de Vila. | Ayuntamiento de Ibiza

El alcalde de Ibiza, Rafa Triguero, y la concejal de Recursos Económicos, Gema Marí, han presentado este miércoles los presupuestos municipales correspondientes a 2024. Unas cuentas que ascienden a 87,6 millones de euros y que tendrán como principales objetivos la mejora del bienestar social y la promoción de la movilidad sostenible en la ciudad. Este es el primer proyecto presupuestario del Gobierno municipal del PP, que comenzó a trabajar el pasado mes de junio. Y contiene las bases para sacar adelante aquellos proyectos con los que Triguero considera que Vila se convertirá en una ciudad «más amable, accesible, acogedora, sostenible, más limpia, más moderna y respetuosa».

Con respecto a 2023, Vila contará con un 14% más de dinero para afrontar el día a día del propio Consistorio. Llevará a cabo, además, unas inversiones que ascenderán a 11 millones de euros. Se trata de un proyecto presupuestario que se traduce en una inversión de 1.773 euros por habitante. En lo relacionado con el bienestar social, la inversión pasará de los 192,66 euros por habitante del último ejercicio presupuestario del socialista Rafa Ruiz a 231,52 euros por habitante.

«Es un proyecto riguroso y comprometido con la ciudad», ha afirmado el primer edil, «se pone en el centro la atención a las personas y se pone en valor la propia ciudad. Son los primeros presupuestos del cambio». Durante la presentación, Triguero ha hecho especial hincapié en que son unos presupuestos «ejecutables», es decir, podrán llevarse adelante y no acabarán en el remanente, que ahora cuenta con unos 30 millones de euros. «Es un presupuesto riguroso porque ha de ser ejecutable en su integridad», ha afirmado el alcalde en este sentido. Y todo con el objetivo de sentar las bases para que Vila sea «una ciudad más moderna» y «un referente a nivel europeo». «Queremos», ha subrayado Rafa Triguero, «una ciudad cosmopolita en la que se mantengan las tradiciones pero que sea moderna, acogedora, sostenible y amable». Para ello, ha señalado, el Ayuntamiento comienza con estas cuentas públicas «una carrera de fondo».

El alcalde ha asegurado, además, que estos presupuestos son «los primeros del cambio» y que representan «el mandato de los vecinos» de Vila. Con estas cuentas, ha añadido, «se empieza a desarrollar el proyecto de ciudad, dando forma a todos los objetivos» y atendiendo a «todos los ciudadanos». Son unos presupuestos que, según Triguero, permitirán «atajar los problemas de hoy y empezar a crear la ciudad del mañana». Con este fin, todas las partidas que integran el presupuesto municipal de 2024 están «confirmadas». Es decir, no se han contemplado fuentes de financiación externas que no estén completamente aseguradas. Es el caso del dinero de la ley de capitalidad, que aunque el Govern se ha comprometido a incrementar su aportación, figura en las cuentas para el año que viene con la misma cantidad que se había consignado hasta ahora, 5,5 millones de euros.

En cuanto a las inversiones, Triguero ha dejado claro que «todas son ejecutables». El objetivo en este caso es evitar lo sucedido con el anterior Gobierno, el del socialista Rafa Ruiz, que consignaba partidas económicas para inversiones que no llegaban a desarrollarse y, al acabar el ejercicio, ese tenían que llevarse al remanente. Por este motivo, el alcalde ha insistido en que el primer presupuesto de su Gobierno es «riguroso porque ha de ser ejecutable en su integridad».

La concejal de Recursos Económicos y primera teniente de alcalde, Gema Marí, ha señalado, por su parte, que los presupuestos de Vila para 2024 reflejan «un cambio sustancial en el modelo de gestión» tanto del Consistorio como de la ciudad. Así, según ha explicado Marí, el trabajo del actual equipo de Gobierno se basa en «centralizar esfuerzos, optimar los gastos y llevar a cabo una gestión más eficaz del personal».

Marí, por otro lado, ha explicado que el Consistorio recurrirá a una operación de crédito por valor de 8 millones de euros con el fin de garantizar la ejecución de las inversiones previstas para el año que viene. Aunque Vila tiene en los bancos 30 millones de euros de remanente, el Gobierno municipal, como el resto de ayuntamientos de España, desconoce en estos momentos si podrá utilizar este dinero libremente o si, por el contrario, el Gobierno central le obligará a emplearlo para la financiación de la deuda. Si el Estado autoriza el uso libre del remanente, ocho de los 11 millones previstos en inversiones se financiarán con este dinero. Y el crédito «ya decidirán los Servicios Económicos si se mantiene y se destina a otras cosas». Si no, las inversiones se ejecutarán con el crédito, que será pagado con el remanente. No es, de cualquier manera, la primera vez que el Consistorio de Vila recurre a una operación de endeudamiento. El anterior Gobierno ya lo hizo en 2017, cuando tuvo que pedir un crédito de 2,4 millones de euros para poder hacer frente a las inversiones previstas en aquel momento.